Redacción. El pastor evangélico que murió la noche de ayer jueves luego de que desconocidos le dispararan tras salir de una iglesia en Olancho deja huérfanos a ocho hijos, según revelaron sus conocidos.
Testigos relataron que el hombre, de 55 años de edad e identificado como Carlos Muñoz, dirigía un culto en una iglesia ubicada en la colonia San Carlos, de Catacamas, y habría recibido dos llamadas mientras se oficiaba su servicio religioso.
Al salir del templo, sujetos desconocidos a bordo de una motocicleta lo interceptaron y comenzaron dispararle.
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«Veníamos saliendo de la iglesia, él predicó esta noche, y notamos que recibió dos llamadas, cuando él estaba orando», expresó una feligrés.
Escena del crimen
Tras el hecho violento, el cuerpo del pastor quedó tendido en medio de una calle de tierra. Uno de sus hijos, que se encontraba cerca, se tiró sobre el cadáver a llorar desconsolado.
En el lugar se apersonaron varios agentes de la Policía Nacional para acordonar la escena y realizar las respectivas indagaciones. Los testigos solicitaron que investiguen el teléfono celular que portaba para que registren las últimas llamadas que la víctima recibió.
Momentáneamente, la identidad de los hechores se desconoce. De igual forma, se desconoce cuáles habrían sido las razones por las que le dieron muerte al pastor. Ya que según los feligreses y otros testigos, el hombre «era una persona que no se metía con nadie».
Según información recabada el hombre era originario de Nicaragua, pero residente en Catacamas. Sumado a ello, conocidos mencionaron que era padre y madre de sus hijos puesto que se encontraba separado de su esposa.
Pobladores de la zona se encuentran consternados por el hecho en el que ocho niños quedaron sin su padre. Se desconoce cuándo y dónde se realizará su sepelio.