POR: MAYBELLINE LANZA
Esto es un tema demasiado largo, algo problemático y muy empobrecedor para las mentes que así lo confirman. En Honduras por muy difícil que parezca de creer le exigimos más a jugadores nacionales e internacionales que a nuestros mismos políticos.
Recordemos cuando la Selección Nacional buscaba su pase al Mundial de Rusia en las eliminatorias, donde Anthony Lozano, quien formo parte de equipos como Olimpia, Valencia, Tenerife y ahora parte del Barcelona B de España disputó algunos partidos de la selección.
Lozano como otros jugadores fueron criticados muchas veces. El director técnico Jorge Luis Pinto tampoco se salvó de los malos comentarios del pueblo, masificados en redes sociales con mensajes como: “Choco no servís” “No comprendo como el “Choco” juega en el Barcelona” “Saquen a Lozano”. Como muchos jugadores de la selección, Pinto fue el que más sufrió este tipo de enojos del pueblo “catracho” tras los muchos mensajes “Pinto renuncia ya” eran muchas las personas que pedían a gritos al no poder hacer nada por nuestras propias manos no había manera de que él o jugadores dejaran la selección, eso no está en nuestras manos.
Y todavía no puedo creer que en este país, se le exija más a un deportista que a los políticos
Por el contrario dejamos que la política nos intimide, opinamos pero nuestras opiniones se quedan solo en las redes sociales. No las prolongamos ni salimos a abarrotar las calles en protestas exigiendo nuestros derechos, ni defendemos nuestra elección. Permitimos que seamos los juguetes de aquellas personas que nos gobiernan.
Si bien podemos decir que tenemos derecho de exigirle a un futbolista porque pagamos las entradas a un estadio. Tambien viajamos a ver a nuestros equipos o a la selección con nuestro propio dinero. Igualmente tenemos derecho a reclamarle a un gobierno que vive de nuestros impuestos.
Nos llenamos la boca hablando de tales partidos políticos, alabándoles o criticándoles, pero no sirve de nada tener solo una opinión. Mientras nos tengamos “acción” como pueblo, Honduras estará condenada a la mediocridad. A no conseguir una reacción ni un cambio en beneficio de nuestro país.
