HONDURAS. De acuerdo con un reciente análisis de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) sobre la economía de los hogares hondureños, se mantiene una significativa alza en las tasas de desempleo en diferentes regiones del país, donde la zona oriental, específicamente Olancho y El Paraíso, son los departamentos que reflejan una mayor tasa de desempleo anual con 7.7%.
Siguiendo esta tendencia, los departamentos ubicados en la zona sur del país, es decir, Choluteca y Valle también registran altas tasas de desempleo, alcanzando el 6.4%.
El análisis presentado por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la UNAH también destaca que el occidente hondureño presenta una situación relativamente mejor en términos de desempleo, con una tasa del 5.0%, aproximadamente.
En esta región, el Valle de Sula destaca con la tasa más baja de desempleo del 5.7%,en comparación con el resto de los departamentos del territorio nacional.
El director de investigaciones científicas de la UNAH, Ricardo Matamoros, destacó la importancia de estos hallazgos. Según Matamoros, los resultados surgen de una encuesta económica familiar, aplicada a más de 13 mil familias en los 18 departamentos del país, quienes ofrecieron información crucial sobre la situación del desempleo en Honduras.
Además, señaló que la tasa de desempleo en 2023 alcanzó el 6.9%, con un preocupante 43% de desempleo persistente, lo que indica que muchas personas continúan sin encontrar trabajo incluso seis meses después de perderlo.
Persistencia del desempleo
El informe, además, revela preocupantes datos sobre la persistencia de esta problemática en el país. Según el documento, aunque hubo una mejora en la persistencia del desempleo en 2022, esta tendencia se invirtió en 2023, reflejando un aumento en el porcentaje de hogares con desempleo prolongado.
«La persistencia del desempleo mostró una mejora en 2022. Sin embargo, para 2023 se refleja un aumento en el porcentaje de hogares con desempleo por más de 6 meses, reportando un 47.9%, es decir, aquellas que perdieron su empleo y no se pudieron incorporar a laborar en más de seis meses», concluye.
Eso significa que casi la mitad de la población que vive en los hogares hondureños se encuentra desempleada durante un período significativo y sin una oportunidad clara de reincorporarse al mercado laboral.
El informe explica que los sueldos y salarios son la principal fuente de ingresos de los hogares. Sin embargo, el 22% genera sus propias oportunidades económicas como empleados por cuenta propia.
Esto incluye a aquellos que tienen emprendimientos o trabajan de forma independiente sin un salario fijo de un empleador.
Factores que inciden en la reinserción
En medio de los desafíos persistentes del desempleo en Honduras, expertos del Programa de Investigaciones en Economía y Finanzas del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) destacan algunos de los factores que inciden en la reinserción laboral en el país.
Juan Umanzor, coordinador del programa, destacó que la región occidental muestra mejores capacidades de reinserción laboral. Explicó que, si bien han enfrentado dificultades como el cierre de algunas empresas, especialmente en sectores textiles a finales del año pasado, a principios de este año se ha observado una reincorporación de estas empresas.
«Por eso, esperamos que este año las cifras de desempleo caigan o no crezcan y que las inserciones laborales tengan un comportamiento mejor», externó.
Umanzor enfatizó en la importancia de implementar políticas que reduzcan el impacto del desempleo. Señaló también que es crucial enfocarse en medidas que reduzcan el tiempo que las personas pasan desempleadas, lo que contribuiría a una mayor estabilidad económica.
Gastos de los hogares
Según el informe, el gasto en alimentación encabeza la lista de categorías de gastos, con un notable 71% de los hogares que destinan una parte significativa de sus ingresos a este rubro.
En segundo lugar se encuentra el gasto en transporte, con un 65% de hogares que reportan dedicar una parte sustancial de sus recursos a ello. Le sigue el gasto en bienes y servicios, con un 54% de significancia.
Además, el informe destaca que el gasto en recreación también figura entre las categorías de gastos, con un 27% de hogares.
En cuanto al rango monetario de gastos, se observa que el porcentaje más común de gastos se sitúa por encima de los 10,000 lempiras. Eso representa el 55.2% de los hogares encuestados.
Sergio Zepeda, coordinador de Observaciones Económicas de la UNAH, comentó sobre la situación económica actual, señalando que aunque ha habido una recuperación después de la pandemia, esta aún no es suficiente para satisfacer la demanda del país. Además, resaltó la relevancia de analizar las variables relacionadas con los gastos e ingresos de los hogares, así como los indicadores de percepción y confianza de las personas en diversos aspectos.
Iniciativas de los hogares
Otro hallazgo principal del trabajo tiene que ver con diversos factores de la problemática: los principales proveedores de ingresos, así como el nivel y las fuentes de ingresos.
Según el informe, el padre de familia es el principal proveedor de ingresos en un 31.8% de los hogares, seguido de la madre con 25.2%. La combinación de ambos padres representa el 15% en tercer lugar, mientras que los hermanos contribuyen con un 10%.
En cuanto a los rangos monetarios de ingresos, el 35.3% de los hogares percibe ingresos por debajo de L10,000. Mientras que el 64.7% reporta ingresos iguales o superiores a esta cifra. Esto sugiere que una proporción de la población subsiste sin alcanzar al menos el salario mínimo en sus ingresos.
Al clasificar los ingresos según la rama económica, la actividad comercial destaca como la principal fuente de ingresos, con un 15.6% de significancia. Le sigue el rubro educativo con un 13.4% y la actividad industrial con un 11.5%.
Los hallazgos de la UNAH reflejan una recuperación en la tasa de desempleo, pese a que el año pasado alcanzó un 6.9%; nivel similar reflejado en la pandemia, según el INE. Sin embargo, esa recuperación aún no es suficiente, pues se requiere de políticas para reducir los períodos de tiempo que los hondureños se mantienen desempleados.