Redacción.- El amor se encuentra en lugares inesperados, así lo demuestra la historia de un olanchano, quien contó cómo se conoció y se enamoró de la que ahora es su esposa en la ciudad de Juticalpa.
Se trata de Don Luis Salgado y Gloria Molina, quienes contrajeron matrimonio en julio del presente año en las bodas organizadas por la Alcaldía de Juticalpa. Salgado comenzó contando que debido a su trabajo siempre cruza desde Juticalpa hasta una aldea conocida como Sincuyapa. Un buen día, en ese camino, observó a su actual pareja.
«Una vez me paré y comencé a tirarle», dijo. Reveló que en el barrio San Rafael, su enamorada tenía una tortillería y él se paraba en distintas ocasiones para comprar el producto y tener una oportunidad de platicar con ella.
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«Ella tenía un negocio de hacer tortillas, entonces ella ahí y yo me paraba siempre a comprarle y aprovechaba a decirle sus palabritas para ver si salía algo, y salió«, manifestó.
Don Luis dejó claro que compraba tortillas hasta cuatro veces al día para poder conversar con su ahora esposa. Asimismo, dijo enamorarla y explicarle que le hablaba con buenas intenciones, con el fin de establecer una relación formal.
No había tortillas y se quedaba a esperarlas
Gloria Molina, por su parte, dio su versión de cómo cupido los flechó a ambos. Ella aseguró que le llamó la atención su forma de ser.
«Al principio no me imaginaba terminar casada con él, pero para Dios nada es imposible. Se llegó la oportunidad de entendernos y culminamos en matrimonio», expresó.
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En ese sentido, aseguró que se dio cuenta de que don Luis compraba tortillas con segunda intención. Y cuando no había, él se quedaba esperando las tortillas por varios minutos.
«Me atrae porque es una persona muy atenta y respetuosa, él siempre se desvive por mantenerme contenta«, concluyó.