AUTOS. Se trata del Nissan Hyper Force, un concept que parece a medio camino entre un caza de combate y un quitanieves salido de una película de Mad Max, pero que sin embargo mantiene ciertos rasgos que recuerdan al último GT-R, como la disposición de los pilotos traseros, el techo (que parece flotar por delante) o el ángulo invertido en el que termina el cristal lateral.
Quizá lo más distintivo sea su frontal, con un enorme paragolpes a lo Pikes Peak que ejerce de alerón y que cuenta con una enorme toma de refrigeración. Pero también reclaman protagonismo las puertas de apertura en tijera (habrá que ver si el futuro modelo real las conserva); la sección trasera rectilínea, que incluye un difusor de tamaño descomunal, y unas llantas que contribuyen a la aerodinámica y a la refrigeración de los frenos.
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Carrocería de carbono
No es casual este diseño, sino la visión compartida con el departamento de competición de la marca (Nismo) de cómo puede un coche ser extremadamente eficaz en cuanto a la aerodinámica. Y también lo más ligero, porque toda la carrocería es de fibra de carbono.
Su interior no es menos espectacular y además propone una nueva forma de ofrecer información por medio de cuatro pantallas (que se suman a la del cuadro de relojes y a las del salpicadero), dos a cada lado del volante. Una de ellas muestra el agarre y la temperatura de los neumáticos; otra, la presión del turbo; la tercera la temperatura de los frenos y la cuarta cualquier otra información que necesitemos en una carrera. Y las cuatro se pueden acercar o alejar para que el conductor encuentre la mejor posición para verlas.
Según los Modos
Claro que esta información es la propia del Modo R, pensado para circuito y con un interior teñido de luz roja. Si por el contrario elegimos el Modo GT las luces interiores se tornan azules y las pantallas pasan a ofrecer información de uso diario, como los ajustes del aire acondicionado, pero ofreciendo también las posibilidades de reglaje de las suspensiones y las estabilizadoras activas.
Respecto a los asientos, son dos bacquet de fibra de carbono a los que los pasajeros se fijan por medio de cinturones de seguridad de cuatro puntos. Y un detalle muy, muy innovador, que ojalá se ofrezca en un futuro modelo real, es que su conductor puede ponerse a los mandos para conducir pero también para emplearlo en parado como simulador gracias a un casco VR, de forma que puede competir en línea contra sus fantasmas digitales, contra amigos o contra pilotos profesionales del mundo virtual.
100% eléctrico, por supuesto
Pero que el GT-R sea hoy una leyenda es algo que debe a su rendimiento desde 1969, cuando la primera versión apareció con 160 CV que en aquella época eran una auténtica barbaridad. Y el GT-R que anticipa este Hyper Force no se va a quedar atrás ni mucho menos, pero se pasa al mundo 100% eléctrico.
Así que para este nuevo súper deportivo se ha elegido emplear varios motores eléctricos (no se especifica cuántos) que proporcionan tracción a las cuatro ruedas e-4ORCE y que liberan 1.000 kW. O, lo que es lo mismo, 1.341 CV y un par motor que desconocemos pero que podría acercarse a los 1.500 Nm.
Además, se ha confirmado que cuenta con una batería de estado sólido. Y aquí viene la única mala noticia, porque en Nissan ya han confirmado que no utilizarán esta tecnología de baterías hasta 2028. Así que las marcas de deportivos más tradicionales tienen tiempo antes de que el monstruo japonés se ‘despierte’.
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