TEGUCIGALPA, HONDURAS. A pesar del toque de queda decretado en el marco de la pandemia del COVID-19, las masacres en Honduras no se detienen, aseguró la directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma (OV-UNAH), Migdonia Ayestas.
El Gobierno de Honduras por medio del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER), implementó toque de queda desde hace casi dos meses. Esto debido a la crisis sanitaria a causa del coronavirus que ha dejado más de 70 muertos.
Pese a esa situación, se siguen registrando masacres en lo largo y ancho del territorio nacional, durante los tres primeros meses del 2020. Cabe mencionar que el saldo es positivo si comparamos las masacres que se habían suscitado a esta altura en 2019.
Los números no mienten. En ese sentido, la titular del Observatorio de la Violencia informó ayer, jueves, que de momento se contabilizan 10 masacres en lo que va del año. Dentro de las cuales, 38 personas han perdido la vida.
Si comparamos estos números con los de hace un año en el mismo rango de tiempo, encontraremos que hay una reducción significativa ya que en 2019, en este misma fecha, ya se habían reportado 22 masacres y un saldo de 77 muertes.
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Masacres: Un fenómeno urbano
Por otra parte, Ayestas explicó que el tema de las masacres en el país son un fenómeno urbano. Esto, fundamentado en que el 60 % de los homicidios múltiples surgen en ciudades como el Distrito Central, San Pedro Sula, La Esperanza, Catacamas y Choloma.
«Ahora, con el toque de queda, los sicarios llegan hasta las casas de sus víctimas, donde el ajuste de cuentas deja de ser para una sola persona, sino que hasta niños y esposas mueren», manifestó.
Las peleas de territorio y los negocios ilícitos son dos de los principales motivos que causan estas desafortunadas situaciones, agregó Ayestas.
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