Redacción. Los padres de familia de los niños quemados por la pólvora serán sancionados con multas que van desde los 30 a los 50 salarios mínimos, más la responsabilidad penal, de acuerdo a un comunicado emitido por la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF).
El ente protector de la niñez advirtió a los padres que les esperan «fuertes sanciones» si niños bajo su tutela resultan quemados por pólvora. Y es que este año, pese a los masivos decomisos realizados en las ciudades más grandes, la cifra de personas con quemaduras sigue subiendo.
El irrespeto a las prohibiciones de venta y distribución de pólvora durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo, ya deja unos 27 menores de edad con daños en sus cuerpos.
La cifra de menores quemados hasta el 24 de diciembre en la mañana era de 7 niños. Sin embargo, en cuestión de horas, al 25 de diciembre el número había subido al doble de pacientes, evidenciando nuevamente el peligro de estos artefactos.
Parte de los estos menores afectados con quemaduras están ingresados en el Centro Hondureño para el Niño Quemado (CEHNIQ), en Tegucigalpa. Entre tanto, otros llegan a centros asistenciales como el Hospital Mario Catarino Rivas en San Pedro Sula y a otros centros regionales del país.
Recuento
De acuerdo al último balance obtenido por Diario Tiempo, las atenciones de menores quemados han sido así:
- 10 en el CEHNIQ, en Tegucigalpa
- 13 en el Hospital Mario Catarino Rivas, en San Pedro Sula
- 2 en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), en San Pedro Sula
- 2 en el Materno Infantil, en Tegucigalpa.
Pese a que en las ciudades más importantes de Honduras, Tegucigalpa y San Pedro Sula, la venta de pólvora está totalmente prohibida y acuerpada por una ordenanza municipal, se registraron varios casos de menores afectados por quemaduras.
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Multas
El municipio del Distrito Central estableció en su ordenanza que multaría a los padres de los niños que resultaran afectados por quemaduras de pólvora. Las sanciones van desde el pago de 5 mil a 80 mil lempiras, más trabajo comunitario.
Entre tanto, la DINAF estableció que sus multas son aplicables en toda la geografía nacional.
El ente estatal destaca que el Código de la Niñez y Adolescencia establece que el uso inadecuado de pólvora constituye un maltrato por omisión. A su vez, enfatizó en que el incumplimiento a la ley es un delito.
De la misma manera, la DINAF sentenció que ninguna persona natural o jurídica tendrá que vender o proporcionar pólvora a niños menores de 18 años. Quien infrinja la disposición, se verá en la obligación de pagar una multa.
Investigaciones
Asimismo, el ente encargado de velar por la niñez aseguró que van a investigar cada uno de los casos de menores quemados por pólvora que se registran hasta el momento. Es decir, que equipos se van a trasladar a los centros asistenciales a constatar la situación de los afectados ya indagar sobre las responsabilidades.
«La DINAF reitera que los padres y madres de familia en primera instancia son los principales responsables de garantizar la protección de los niños y niñas, lo que implica prevenir cualquier tipo de situación que pueda dañar física, psicológica o moralmente su desarrollo, en vista de que el uso inadecuado de la pólvora constituye un enorme riesgo para el derecho de la integridad y la vida de cualquier menor de edad», sentenció el ente.
Debe haber una ley nacional
El abogado penalista, Héctor Pérez, recomendó al Congreso Nacional emitir una ley que prohíba la venta y uso de pólvora en todo el país, por la cantidad de quemados que se registran hasta el momento.
En la actualidad, en el país la regulación de venta de pólvora queda a discreción de las alcaldías municipales. Sin embargo, de acuerdo con el experto, se debería crear una ley general, para todo el país.
«Aquí también hay algo y es que los padres son los que le compran la pólvora o son consentidores de que su menor utilice explosivos. Entonces realmente hay una responsabilidad entre el padre y el menor», manifestó el profesional del derecho.
Atenciones en los centros asistenciales
Alfredo Ortiz, portavoz del Centro Hondureño para el Niño Quemado (CEHNIQ), indicó a Diario Tiempo que del total de menores afectados, 10 han ingresado a la sala de emergencia de este centro asistencial.
De ellos, 4 todavía permanecen en la sala de hospitalización bajo la observación del personal médico y a los demás ya se les dio de alta, pero siguen con un tratamiento ambulatorio.
El portavoz institucional detalló que las afectaciones que presentan los menores son en el área de sus manos, rostro y pecho.
«La mayoría de los que han ingresado es por la explosión de morteros que les han causado heridas en las manos», sentenció Ortiz. A su vez, destacó que de los casos de quemados a nivel nacional, sólo 6 pacientes no son quemados por morteros.
La portavoz del Hospital Mario Catarino Rivas, Miriam Cardona, detalló a Diario Tiempo que en dicho centro asistencial se han atendido 13 pacientes quemados por pólvora. De ellos, 12 son menores de edad y el otro es un adulto de más de 25 años.
De acuerdo con Cardona, el rango de edad de la mayoría de afectados va entre los 2 y 17 años, y las afectaciones las presentan en su rostro, ojos y extremidades.
Hasta ahora, ningún niño ha perdido la visión, pero sí presentan traumas oculares. El caso más fuerte que se registra en el Catarino Rivas es el de un niño procedente de El Progreso, Yoro, quien perdió 3 dedos por la explosión de un mortero.
Llamado de atención a los padres
Desde ambos centros asistenciales se siguen haciendo llamados a los padres de familia para vigilar a sus hijos y no darles pólvora, porque en la mayoría de casos los menores resultaron afectados por el descuido de los adultos.
En el caso del CEHNIQ, se lanzó desde hace semanas la campaña «Con la pólvora no se juega» y el Hospital Mario Catarino Rivas concientizó con «Enciende la Navidad y no pólvora», ambas orientadas a educar la población para no darles explosivos a los niños.
«La medida más puntual para evitar menores quemados por pólvora es no comprarle este producto a sus hijos. Si el papá, mamá o familiar cercano decide darle dinero debe ser responsable y vigilar qué va a comprar el menor, para evitar que adquiera pólvora», recomendó Alfredo Ortiz, portavoz de CEHNIQ.
De la misma manera, Ortíz aseguró que es importante informar a los niños y hablarles sobre el peligro de la pólvora.
«Seguimos llamando a los padres para que no les den pólvora a los niños, ya que las lesiones a futuro son terribles y duran para toda la vida», dijo Miriam Cardona, portavoz del Catarino Rivas.
Según estadísticas del hospital sampedrano, en este 2023 ha habido menos casos de pacientes afectados por pólvora, ya que en 2022 se reportaron 86 afectados. No obstante, la misión es mantener la cifras lo más abajo posible.
El costo de hospitalización y tratamiento de una persona o niño quemado por pólvora en los centros asistenciales públicos del país, va entre los 100 mil y 250 mil lempiras, de acuerdo a expertos en la materia.
Decomisos de pólvora
La Policía Municipal del Distrito Central viene realizando decomisos de pólvora desde inicios de diciembre, en cumplimiento a la ordenanza municipal. El último se registró ayer viernes en una colonia capitalina donde se descubrió una fábrica clandestina de estos explosivos.
En un reciente comunicado, la alcaldía capitalina informó que los decomisos de pólvora en el Distrito Central ya superan los 3 millones de lempiras.
Por su parte, la Alcaldía de San Pedro Sula registró hasta el 22 de diciembre del 2023, decomisos de pólvora por arriba de los 600 mil lempiras.
Los operativos van a continuar en ambas ciudades (Tegucigalpa y San Pedro Sula), con la intención de evitar la comercialización de explosivos y más niños quemados.
Las quemaduras por pólvora provocan lesiones graves en la piel, cuerpo, ojos, extremidades y en algunos casos, hasta amputaciones. Además, en muchos casos quedan traumas psicológicos para toda la vida, acompañados de las cicatrices físicas.