SAN PEDRO SULA. Tremendo tiroteo dejó una persona muerta en la 6 calle, tercera avenida del Barrio Guamilito, a eso de las 8:00 de la mañana de hoy en pleno centro de la ciudad y al norte de Honduras.
De acuerdo a información preliminar, la persona fallecida es el conductor del «rapidito» de la López Arellano con placas AAU-1079 y respondía al nombre de Javier Antonio Flores de 29 años de edad, alias «El Capi», quien era un motorista «comodín»; es decir, suplía de forma termporal a otros chóferes y tenía 12 semanas de estar laborando.
Al parecer, hombres que se conducían en un turismo color rojo, fueron quienes tirotearon el busito que iba lleno de pasajeros procedente de Choloma.
Elementos de la Policía llegaron para acordonar la escena y poder recabar los indicios que les permita dar con el paradero de los matones que sin dejar rastro huyeron hasta ahora con rumbo desconocido.
Los dirigentes del transporte demandaron a las autoridades de la Secretaría de Seguridad y a la Fiscalía hondureña, el esclarecimiento de las muertes de trabajadores, despachadores y empresarios del rubro en los últimos años.
El presidente del Consejo Nacional del Transporte (CNT), Jorge Lanza, apuntó que en los últimos años más de dos mil personas ligadas al transporte han sido asesinadas y no hay ninguna persona detenida o pagando condena por los crímenes.
“Para nadie es desconocido la situación que pasa el sector transporte, las muertes violentas van en aumento en este rubro, no hay protección, nos han abandonado, nos prometieron 500 militares y no hay ninguno”, criticó.
ATENTADO RECIENTE A BUS DE LA LÓPEZ ARELLANO
El conductor de un autobús “rapidito” fue ultimado a balazos el pasado 19 de septiembre en el sector la colonia López Arellano, zona norte de Honduras.
El ataque armado se registró a las 9:20 de la mañana, cuando desconocidos interceptaron la unidad y sin mediar palabra comenzaron a disparar y luego huyeron.
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En la balacera una pasajera resultó herida y fue traslada a un centro asistencial, donde se conoció que su diagnóstico era reservado. Otros conductores de los autobuses llegaron a la escena del crimen y comenzaron a bajar a los usuarios de sus unidades, como medida de presión ante las constantes muertes.
Hicieron un llamado a las autoridades, pues aseguran estar cansados de ser víctimas de la violencia por la negativa al pago del ilícito “impuesto de guerra”.
Hasta las 9:40 del suceso se desconocía el nombre del muerto, solo se indicó que era conocido como Martín Martín Castillo Flores de 46 años de edad. El autobús rapidito tenía tres impactos de bala en el vidrio frontal, por lo que los agentes consideran que fue un ataque dirigido.
