SAN PEDRO SULA, HONDURAS. La respetada y querida empresaria Bertha Pantil de Fiszman falleció la tarde el viernes informaron sus familiares.
La noticia de su deceso trajo tristeza y desconsuelo en los círculos sociales sampedranos, de los cuales ella formaba parte. Su valentía y digna trayectoria la hizo merecedora de la admiración de todas las personas que la conocían.
Sus parientes destacaron que sus últimos momentos de vida los pasó rodeada de amor. De igual manera, indicaron que su deceso estaba relacionado a varios años de luchar con adversidades de salud derivadas de su edad.
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Doña Bertha deja un legado de perseverancia, esfuerzo y amabilidad en su núcleo y en todas las personas que alguna vez tuvieron la dicha de conocerla. La nobleza de su corazón dejó una huella en cada persona que la rodeó durante sus numerosos años apoyando las causas sociales.
«Lo que hace la mano derecha que no lo sepa la izquierda», era una de las tantas frases que compartió la hondureña durante su labor en Honduras.
Trabajo incansable
Doña Bertha trabajó incansablemente en mantener el prestigio del legendario y exclusivo almacén «El Recórd».
Además, Bertha Pantil de Fiszman apoyó incansablemente causas como la Cruz Roja Hondureña y la Liga contra el Cáncer.
Su amor por el arte era una de las características más memorables de la lideresa de este destacada familia.
Hoy, su familia despide su presencia física. Sin embargo, su legado florecerá en todas las personas que alguna vez tuvieron el placer de conocerla.