SPS: En accidente muere nieta de «Teofilito», el contador de perras

Ambos parientes fallecieron en circunstancias muy parecidas

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nieta de Teofilito
Ambos parientes fallecieron en circunstancias muy parecidas

SAN PEDRO SULA. En las últimas horas se reportó la muerte de Kenia Jamileth García Trejo, de 18 años de edad, luego de ser víctima de un accidente de tránsito en la zona norte del país.

Información proporcionada indica que la muchacha se conducía en una motocicleta con su pareja. Esto, cuando fueron envestidos por un vehículo, provocando que la fémina quedara grave de salud. Seguidamente la trasladaron al Hospital Mario Catarino Rivas, centro hospitalario donde expiró. Se informó que su pareja Carlos Oviedo corrió una suerte diferente, pues se encuentra estable de salud.

El accidente vial se produjo exactamente entre las localidad de Choloma y San Pedro Sula, cerca de la Colonia López Arellano.

La pareja iba en una motocicleta cuando fueron atropellados

Es importante mencionar que en marzo del 2016, Teófilo Trejo también murió y un accidente de tránsito. Uno de los más talentosos cuentistas del folclor popular hondureño partió a lo ignoto llevándose consigo sus historias intergalácticas. Así como las fantasías que brotan de los decires del pueblo. Esto, alrededor de una fogata y las alegrías, que pese a todo, tienen y caracteriza a los hondureños.

Este cuentista nació en La Lima, Cortés en 1941 y quedó huérfano de madre a los nueve años. Además, viéndose obligado a dejar la escuela para ayudar a su padre y a sus cinco hermanos. Esto, en las labores agrícolas que en ese entonces desempeñaban en las fincas bananeras. Ahí absorbió los cuentos y anécdotas que marcaron su vida.

Y posteriormente la de miles de hondureños que vieron en Teófilo Trejo, un campesino auténtico y comprometido con la causa a favor del acceso a la tierra que abrazó desde que fue miembro fundador de la Central Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC), una de las instancias campesinas más aguerridas de su época.

Teófilo Trejo o “Teofilito”, como le llamaban de cariño sus amigos, familiares y compañeros del campo, fue el primer secretario general de la CNTC.

Además de haber sido celebrador de la palabra y monitor de las Escuelas Radiofónicas Suyapa de la Iglesia Católica.

Trejo tuvo dificultades para culminar sus estudios primarios . Y antes de que la parca le sorprendiera el viernes 18 de marzo de 2016, una de sus hijas comentaba que uno de sus sueños era ser maestro de inglés, a sus 75 años.

UNA CONTADOR DE PERRAS

Teófilo Trejo no fue el destacado intelectual de las élites tradicionales hondureñas; pero sin duda ha sido el mejor cuentista de sus tiempos que pudo trasladar a sus lectores la tradición oral del campesino. Así como sus sueños, sus pesares y su vida en el campo.

También trasladó sus alegrías, esa que caracteriza a la campiña al inicio o término de una jornada de duro trabajo. Esa que se cuenta alrededor de una fogata, esa que les anima cuando la esperanza vuelve al alma. Así como cuando la solidaridad no se pierde o cuando un nuevo miembro llega a la familia, entre otras reminiscencias que Trejo pudo captar, plasmar y retratar.

De ahí que cuando la prestigiosa casa editora hondureña como es Editorial Guaymuras, presentara la primera obra escrita de Teófilo Trejo, llamada “Las perras de Teofilito. Pues no dudó en calificar su obra como “un acto de justicia” y reconocimiento a “todos aquellos perreros de nuestro pueblo que, fieles a la tradición oral, han sabido mantener viva la llama de la imaginación y la fantasía de generaciones de hondureños”.

UNA LEYENDA 

En tanto, otros destacados escritores hondureños no dudan en calificar los relatos de Teófilo Trejo y “sus perras” como la “fidelidad del recuerdo o la frescura de la memoria” que se entrelaza con una graciosa fantasía.

Así de grande era Teófilo Trejo, tanto como sus encuentros de otros mundos descubriendo planetas en su fantasía. Esto, para alegrar el imaginario colectivo y poner a soñar a todo el que encontraba a su paso.

Teófilo Trejo entre sus obras destacadas, además de “Las perras de Teofilito” (1988), publicó también otras como “Cuénteme otra Teofilito” (1989).  Y “Apuntes sobre mi vida” (1995), entre otras. Su familia dice que había logrado escribir 12 libros y otro que quedó humeante cuando la muerte le sorprendió. Lo anterior, a manos de un motociclista que le atropelló y se dio a la fuga. Esto, en la ciudad de Choloma, Cortés, en donde residía.

Su partida sin retorno se produjo cuando venía precisamente de promover la venta de sus libros. Pues no era una persona de altos recursos. Él vivía de la dignidad de su trabajo, nunca perdió su humildad y mucho menos esa franca sonrisa que le caracterizaba. Esto, cuando su humor era puesto a prueba.