Tegucigalpa. El ministro de Planificación Estratégica, Ricardo Salgado, señaló que la directora ejecutiva del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos, la exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos y el Partido Nacional (PN) son «la misma cosa».
A través de su cuenta de X, el funcionario de gobierno indicó que «es imposible no percatarse del alineamiento entre el PN con Gabriela Castellanos y Julieta Castellanos, para emitir una línea coherente que les llega desde la embajada gringa (EEUU) en Tegucigalpa», inició Salgado en su extensa publicación.
Para Salgado, la falta de renovación en el Partido Nacional, de la que habla Julieta Castellano, sólo es «para rellenar su churros disfrazados de «neutralidad científica». La otra es más un proyecto de poetiza que una voz seria», en referencia a las cartas que publica la exrectora.
Lea además: Julieta: «Las promesas de Libre fueron solo para atraer electores»
Ataques
Por otro lado, Salgado escribió que tanto Gabriela como Julieta Castellanos «vivieron maravilladas de la dictadura y la avalaron».
«No tardan en volverse militantes ambientalistas en defensa de las Islas del Cisne que, en realidad, son de interés estratégico militar para el imperio. Nunca antes estuvieron tan preocupados por esas islas», acotó.
Según Salgado, Gabriela y Julieta Castellanos no mencionan que el Partido Nacional «está destruido». Además, mencionó que el instituto político no se va levantar porque «su pasado criminal es el principal obstáculo que tiene la derecha hondureña para recomponerse».
«Lo que sí está claro es que ninguno de los sujetos mencionados (Julieta Castellanos y Gabriela Castellanos) hablan con sustento sociológico, político, o jurídico», afirmó el ministro de Estado.
Por último, Salgado refirió que ambas damas «cumplen órdenes, hacen lo que pueden, pero no pueden pasar de bufones de la corte imperial, cuyo procónsul es por mucho más entrometido y peligroso que el propio John D. Negroponte. Julieta, Gabriela y el PNH -sin careta- son la misma cosa, y son enemigos del pueblo hondureño».
