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viernes, noviembre 22, 2024

Menores en abandono, presas fáciles del crimen organizado

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Honduras.- Se ha vuelto normal la presencia de menores abandonados en las calles de las ciudades hondureñas; todos ellos obligados por diversos motivos a mendigar o, en muchos casos, a formar parte de estructuras criminales que se aprovechan de la vulnerabilidad de estos adolescentes y niños para obligarlos a delinquir.

En los últimos días, las autoridades policiales han capturado a varios menores por delitos relacionados al tráfico de drogas y extorsión. La mayoría de ellos están vinculados con maras y pandillas.

Diario Tiempo se comunicó con varios expertos para cuantificar esta lamentable. Todos los consultados coincidieron en que la situación está ligada a las condiciones de pobreza y desempleo que existen en el país, lo que obligaría a los hijos de las familias afectadas a salir de su hogar y ser víctimas del crimen organizado.

Unos 20 mil menores en condición de calle

El director del Observatorio de Derechos de los Niños de Casa Alianza, Bertilio Amaya, detalló a Diario Tiempo que, durante sus 36 años de existencia, han atendido a más de 40 mil niños en condición de calle en Honduras.

Además, dieron a conocer que la pandemia y los fenómenos naturales llegaron a afectar negativamente la cantidad actual de menores en situación de calle. Antes de la pandemia se contabilizaban 15,000 niños y adolescentes en esta situación a nivel nacional, pero con la llegada de la pandemia del Covid-19 y los huracanes Eta e Iota en 2020, actualmente la cifra rondaría los 18 mil a 20 mil menores.

Asimismo, Amaya reveló que desde 1998 hasta la fecha, Casa Alianza ha registrado 14, 445 asesinatos de niños y niñas, de las cuales el 90% no han sido investigados y se desconoce el autor del crimen.

Por otro lado, desde el 2004 y 2018 se han desplazado en el país más de 247 mil personas, de las cuales un 43% son menores de edad. «De ese 43%, un 3% ha tenido que movilizarse por acoso de las maras y pandillas que buscan reclutarlos y obligarlos a violar la ley», dijo.

Niños reclutados por bandas criminales en Honuras
Influenciados por sus necesidades, la juventud y niñez de Honduras se ve obligada a recurrir a la criminalidad.

Deserción escolar

Del mismo modo, Amaya manifestó su preocupación ante la elevada cifra de deserción escolar en niños y jóvenes, pues esta situación los termina obligando a trabajar y mendigar en las calles.

«Más de 1 millón de niños y jóvenes no estudian ni trabajan, algo que debería llamar la atención de las autoridades porque se ven propicios a inclinarse a situaciones como la violación de faltas y reclutamiento de maras y pandillas«, lamentó.

Añadió que la mayoría de problemas que aquejan a los niños se dan en los departamentos y ciudades más poblados. Es decir, en Tegucigalpa, San Pedro Sula y Choloma, lugares donde existe mayo abandono a la niñez.

«En estas ciudades es donde se cometen el mayor número de asesinatos de niños y niñas y donde hay mayor deserción escolar. Asimismo, donde viven bajo el acecho del crimen organizado para obligarlo a permanecer en estructuras criminales», dijo.

Bertilio Amaya
Bertilio Amaya, director del Observatorio de Derechos de los Niños de Casa Alianza.

Menores abandonados, presas fáciles del crimen

La directora de la Dirección de Niñez Adolescencia y Familia (Dinaf), Lizeth Coello, detalló a Diario Tiempo que desde el año 2014 la institución ha registrado 233 casos de menores abandonados, de los cuales un 67% son de Tegucigalpa y el 26% de San Pedro Sula.

En tal sentido, explicó que con el pasar de los años, los menores abandonados o criados por parientes indirectos suelen resultar víctimas de grupos delincuenciales, quienes los obligan a cometer robos, extorsión e incluso narcotráfico.

«Hay niños que permanecen las 24 horas del día en la calle. Ellos tienen mucho más riesgo de ser víctima de todo tipo de abusos. Entre estos, maltrato físico, aguantar hambre, frío y ser captados por bandas criminales», explicó.

Coello, señaló que la Dinaf incluso ha registrado casos de menores que son alquilados por sus mismos familiares a grupos delictivos para mendigar y en muchas ocasiones hasta les imponen una cuota.

Añadió que, como institución encargada de cumplir con los derechos de los niños y adolescentes, brindan protección inmediata a aquellos que llegan a la Dinaf, donde permanecen entre 24 y 48 horas para evaluar su situación. «Si no tienen familiares, se les traslada a instituciones residenciales de cuidado alternativo», dijo.

Lizeth Armandina Coello
Lizeth Coello, titular de la DINAF.

Menores «huyen» hacia las maras

Esta alarmante situación de la niñez hondureña tiene sus causas bien definidas. Para el sociólogo Armando Orellana las causas por las que los menores son víctimas del reclutamiento de maras y pandillas son multifactoriales. Algunas de ellas son de origen económico y familiar.

«Los jóvenes, principalmente de barrios y colonias marginales, son víctimas del reclutamiento porque de alguna manera les dan la posibilidad de acceder a algún tipo de benefactor. Es decir, situaciones que los jóvenes y adolescente hoy en día están deseando en términos de vestuario, celulares, entre otros», explicó.

Orellana señaló que incluso en los centros educativos los estudiantes que forman parte de grupos delictivos motivan a sus compañeros a dejar la escuela para unirse a las bandas criminales.

Armando Amaya
Armando Amaya, sociólogo hondureño.

Falta de oportunidades

«Es una cadena producto de la falta de oportunidades en un país que después de los 13 años, en vez de mejorar, ha provocado mayor deterioro en la situación pobreza. Ese es uno de los factores fundamentales, al igual que la crisis económica que se ha heredado», agregó.

De igual manera, comentó que para muchos menores que viven en un núcleo familiar lleno de violencia, las maras y pandillas resultan un «mecanismo de protección». Por lo tanto, terminan refugiándose en los «brazos» del crimen organizado, quienes los obligan a participar en asesinatos y venta de droga.

En ese sentido, consideró que las autoridades deben trabajar en el tema de la familia y contribuir con los actores religiosos que apoyan la integración familiar. Asimismo, Amaya aconsejó desarrollar planes y programas en las escuelas y colegios que contengan ejes temáticos que ayuden a la problemática.

Menores son víctimas y no todos delincuentes

Por su parte, el director de la Coordinadora de Instituciones Privadas Pro las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (Coiproden), Wilmer Velázquez, manifestó a Diario Tiempo que la mayoría de menores en Honduras son víctimas de la «enorme» desigualdad social, de la pobreza extrema y exclusión social, por lo que suelen terminar en condición de calle.

Reconoció que en varias ocasiones las bandas delictivas obligan a los menores de edad para sus propósitos, pero aclaró que «el que un niño viva en la calle no significa que es un delincuente o esté vinculado al crimen organizado. Simplemente, viven en condición de calle porque no cuentan con condiciones en su hogar».

Velázquez enfatizó que la pobreza no debe ser criminalizada ni satanizada, ya que no es sinónimo de violencia. Además, que son las estructuras criminales las que se aprovechan de las condiciones de miseria en la que viven los niños y jóvenes.

«No necesariamente por estar en situación de calle es que van a estar vinculados con el crimen. Generalmente, están obligados por los adultos», dijo Velázquez.

Víctimas del sistema

Para justificar su punto comparó la cantidad de reclusos adultos y menores. En las cárceles hay más de 20 mil privados de libertad, mientras que en los centros de internamiento de menores, a nivel nacional, únicamente hay 131 adolescentes. Asimismo, existen unos 1,300 con libertad condicional.

«Si se comparan las cifras, eso dice que los responsables de la violencia son los adultos, los jóvenes se convierten en víctima de sistema. Producto a la miseria y pobreza son obligados a incursionar en algún acto que está fuera de la ley», señaló.

Wilmer Velásquez
Wilmer Velásquez, director de Coiproden.

Medidas y acciones en pro de la niñez

El titular de Coiproden informó que actualmente existe una sentencia de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a partir de un recurso de amparo presentado por ellos y otras organizaciones a favor de más de 15,000 niños en condición de calle.

De igual manera, anunció que en Consejo de Ministros está por aprobarse un decreto de emergencia para identificar a los menores afectados por la problemática y a las organizaciones que les brindan ayuda para otorgarles los recursos necesarios.

Además, reveló que el Gobierno planea crear centros de cuidados para aquellos niños y jóvenes que no reciben ayuda por parte de instituciones. «Por otro lado, se está planteando todo un mecanismo de coordinación a través del sistema integral de garantías de derechos de niñas y niños», añadió.

Finalmente, informó que este jueves la presidenta instalará de manera oficial el Consejo Nacional de Garantías de Derechos de Niñez y Adolescencia.

«El tema de los niños en condición de calle es un tema de prioridad en este consejo que se instala mañana (hoy) jueves a partir de las 2:30 de la tarde», cerró.

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