Redacción. Un perro encontró la tarde de este domingo el cuerpo sin vida de su dueño en una calle del barrio Bella Vista, en Catacamas, Olancho.
Aparentemente, el dueño del can, que todavía no ha sido identificado, habría perdido la vida de manera violenta a manos de desconocidos. Su cuerpo quedó tendido boca abajo a orillas de la calle antes mencionada.
De acuerdo con relatos de vecinos, el cuerpo de esta persona fue encontrado por su mascota que, al ver a su dueño tendido en la calle, comenzó a ladrar durante horas, llamando la atención de los familiares y vecinos.
Incluso, el animalito no se separó del cuerpo de la víctima hasta la llegada de los agentes policiales y miembros de Medicina Forense, quienes llevaron el cuerpo a la morgue en Tegucigalpa.
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Testigos del lugar mencionaron que a esta persona la habrían torturado y luego la fueron a tirar al lugar antes mencionado. Asimismo, manifiestan no conocer la identidad de la misma.
Hasta el lugar llegaron agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) para constatar las causas oficiales de su muerte. Asimismo, comenzaron a recabar información por medio de los vecinos.
Las autoridades policiales esperan que la autopsia revele los detalles de este crimen que ha alertado a la población de Catacamas. Además, los agentes policiales presumen que el hombre tenía varias horas de haber muerto.
Más de seis asesinatos han ocurrió este domingo
Durante este domingo (21 de julio), las autoridades policiales han notificado el fallecimiento de al menos seis personas en distintas partes de Honduras.
En Tegucigalpa, dos personas fueron encontradas muertas, la primera en el cementerio de La Travesía. Mientras que la segunda víctima resultó encontrada en la colonia Miraflores de la capital.
La tercera muerte se registró en la aldea de Carboneros, Rosario, Comayagua, donde encontraron a un hombre sin vida. Posteriormente, se encontró el cuerpo de una persona sin vida en Olancho.
En Iriona, Colón, otro joven, sin identificación hasta el momento, fue atacado a disparos mientras se conducía en su motocicleta.
Y en San Ignacio, Francisco Morazán, fue asesinado otra persona de 39 años, quien se refugió en una iglesia evangélica con el fin de evitar su muerte, pero los sicarios lo encontraron en el templo religioso y dispararon contra su humanidad.