TEGUCIGALPA, HONDURAS. El tribunal de sentencia en materia de criminalidad organizada, medio ambiente y corrupción dictó una condena de 19 años y 4 meses de prisión a Leyla Mercedes López Méndez, cómplice de la muerte violenta y entierro del joven Keetoshi Eliel Flores Verde, en la colonia Villa Nueva, al oriente de Tegucigalpa.
La medida la obtuvo a favor la Sección de Muertes cometidas por Estructuras Criminales Organizadas de la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida (FEDCV), mediante un acuerdo de estricta conformidad.
Además de que la encontraron culpable a título de cómplice en el crimen, a la imputada se le acusó de asociación para delinquir en perjuicio de otros derechos fundamentales.
Tras la audiencia, la terna de jueces señaló para el próximo jueves 20 de marzo a la 1:30 de la tarde la audiencia de lectura de la sentencia.
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Por esta misma causa penal también guardan prisión Yony Ramiro Rivera Mejía, Isaac Antonio Sánchez Fuentes, Oscar Rolando Vásquez Bermúdez y Josué Mauricio Girón Lozano, todos integrantes de la estructura criminal Pandilla 18.
Los cuatro están recluidos en el centro penitenciario de máxima seguridad «La Tolva» de Morocelí, El Paraíso y enfrentan el proceso penal.
El caso
Las diligencias investigativas de parte de la fiscalía establecen que el 10 de julio del 2023 en la colonia Villa Nueva, de Tegucigalpa, entre las 6:00 de la tarde y 7:00 de la noche, los imputados Yony Ramiro Rivera Mejía, Isaac Antonio Sánchez Fuentes, Oscar Rolando Vásquez Bermúdez y Josué Mauricio Girón Lozano, junto con otros miembros integrantes de la estructura criminal Pandilla 18, privaron de la libertad a la víctima mortal.
Luego, lo trasladaron hasta una vivienda ubicada en el sector 8 de esta colonia al oriente de la capital, donde lo agredieron de forma violenta con un machete, para posteriormente desmembrar el cuerpo.
Como parte de la ejecución del crimen, los pandilleros procedieron a enterrarlo en una fosa clandestina. La misma ya la tenían abierta a menos de un metro de la puerta del dormitorio de la vivienda donde perpetraron el hecho violento.
En esta casa se encontraba la ahora condenada junto a otras personas. Ellos se encargaron de limpiar el lugar para no dejar restos de sangre humana. Todo esto, porque tenían conocimiento de que iban a matar a más personas.
Las acciones para esclarecer el crimen las dirigió la Sección de Instrucción de la FEDCV y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC). Esto incluyó un allanamiento de morada en noviembre del 2024, para así recolectar indicios.