Redacción. Más de 150 ballenas piloto quedaron varadas en una remota playa de Dunsborough, en el suroeste de Australia, de las cuales al menos 26 murieron.
El Servicio de Parques y Vida Salvaje movilizó a su personal, junto con expertos y veterinarios, a la zona del incidente, con el fin de salvar a los cetáceos y guiarlos de vuelta al océano.
“Tenemos entendido que hay cuatro grupos de hasta 160 ballenas pilotos en total repartidos a lo largo de unos 500 metros”, detalló la organización.
Las imágenes difundidas muestran a decenas de ballenas piloto amontonadas en aguas poco profundas cerca de la costa.
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“La máxima prioridad en los varamientos masivos de ballenas es siempre la seguridad de las personas, seguida del bienestar de los animales”, remarcó el organismo estatal al instar a los ciudadanos de a pie que no intente ayudar sin la guía de los expertos.
No resistieron
En este sentido, medios locales reportaron la muerte de varias ballenas a poca distancia de la orilla. Debido a esto, las autoridades comenzaron el proceso de etiquetado de los cetáceos que no pudieron llegar a aguas más profundas.
“Por desgracia, 26 ballenas que se quedaron varadas en la playa han muerto”, agregó el Servicio de Parques y Vida Salvaje.
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Expertos en vida silvestre señalaron que el inusual comportamiento de las ballenas podría ser un indicador de estrés o enfermedad dentro de la manada. Las ballenas piloto son animales muy sociables. De igual manera, a menudo mantienen relaciones estrechas con el grupo durante toda su vida.
En Australia, el peor varamiento masivo se produjo en 2020 cuando 470 ballenas piloto se quedaron varadas en una zona remota de la isla de Tasmania.