Las grandes luchas sociales nacen de pequeñas problemáticas o necesidades de las personas, tal es ejemplo de Marthy Suazo, quien desde hace cerca de 30 años está luchando por el bienestar de las personas que padecen autismo en Honduras.
Su nombre es Marta Suazo. No obstante, al entrar en confianza con Diario TIEMPO dijo sentirse cómoda con «Marthy». Así es conocida por las personas que la rodean. En esta ocasión conocimos la causa social de la mujer que hoy en día se ha convertido en una luz de esperanza para padres y personas que padecen del trastorno del espectro autista (TEA).
Marcos Diógenes, hijo esta catracha ejemplar, fue diagnosticado con autismo en los años noventa, cuando ambos fueron víctimas de discriminación y rechazo de parte de médicos y hospitales que se negaban a llevar el caso. Diógenes tiene un grado severo de la enfermedad, según contó Suazo.
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Luego de que Marthy haya batallado contra un sistema de salud sin herramientas y con un personal no capacitado para poder atender el autismo, su conciencia social se expandió y en el año 1997 fue una de las impulsadoras de la Asociación Hondureña de Apoyo al Autista (Apo-autis), que con el paso de los años no se dio abasto para poder atender las decenas de casos que se registran en Honduras.
En medio de cumplir con su trabajo profesional, la atención de su hijo y familiares de edad adulta, su empatía por las familias que tenían un problema no se detuvo, pues junto a la ahora designada presidencial Doris Gutiérrez pudieron obtener un subsidio para este sector de la población.
Un nuevo enfoque
«Yo sentía que ya había cumplido mi objetivo», dijo al referirse que por unos años dejó de lado la dirección de la fundación para darle mayor atención a su hijo y seguir creciendo profesionalmente.
Sin embargo, al conocer de la falta de información y cierto grado de ignorancia del pueblo hondureño ante las personas con autismo, tuvo un nuevo impulso. «Hay un poco de paciencia cuando es un niño con autismo, pero cuando llega la adultez no hay mucha tolerancia», expresó.
El contexto social y de su hijo la llevó a que en el año 2018 impulsara la Fundación para el Tratamiento del Trastorno del Espectro en Adultos de Honduras (Funteah), que vela para dar un acompañamiento a esos jóvenes y adultos autistas. Son beneficiadas decenas de personas y familias. Además, en Funteah se están enfocando en preparar a padres y demás familiares para que sepan como apoyar.
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Dato: En casi 30 años de lucha, ha impulsado dos fundaciones para beneficiar a decenas de personas con autismo.
Vea la entrevista completa:
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Para poder cubrir los gastos de las personas, los voluntarios de Funteah realizan diferentes actividades con la finalidad de recolectar recursos, pero con el aumento de la incidencia de autismo en Honduras, no se dan abasto.
La fundación requiere de maestros, médicos y personal para poder atender a cada uno de las personas con autismo. Suazo reflexionó y apuntó que luego de que se establezcan bien en la zona central de Honduras, buscan expandirse hacia las áreas rurales del país.
En ese sentido, pidió a los padres que tienen hijos con autismo en las distintas zonas del territorio nacional, que se organicen para buscar la ayuda.
«Nosotros sí le apuntamos a que Funteah sea nacional, solo que primero nos tenemos que establecer bien en la zona central. Uno acá pasa dificultades, ahora imagínense las familias en el interior del país», comentó.
«Somos una familia»
Marthy Suazo con lágrimas en sus ojos recordó los momentos que ha pasado con su hijo y contó como Funteah se convirtió en una familia más.
«Uno no elije hacer esta labor, pero uno trata de hacer lo mejor que puede, obvio el hijo de uno es la debilidad. Cuando se comienza en una organización uno dice que quiere ayudar, pero cuando va creciendo nos volvemos una familia», manifestó.
Y agregó que «le agradezco a Dios porque es un reto difícil, mi hijo me impulsa a ser una mejor persona. Toda la educación y mi relación con las personas a mi alrededor se han sumado a este esfuerzo. Esta labor le ayuda al hijo de uno, pero mucho más al que viene atrás».
La mujer lanzó un mensaje a los padres que tienen hijos con autismo. Les pidió no darse por vencidos porque «para Dios no hay nada imposible».
Para concluir, invitó a la población hondureña a formar parte de la causa que va en crecimiento. A los interesados en sumarse pueden hacerlo a través de las diferentes redes sociales de Funteah.
Frase: «El dolor de uno es el dolor de todos».