Honduras.- El cine es aquel arte que nos hace sentir múltiples emociones; cuando se hace de corazón nos inspira y en muchas ocasiones puede llegar a motivar a los espectadores. Este fue el influjo que estimuló al hondureño Mario Ramos, quien se convirtió en uno de los cineastas que mejor representa a Honduras internacionalmente, logrando ganar ocho premios de la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Televisión, Emmy.
Originario de Tegucigalpa, desde muy pequeño Ramos sintió una especial atracción y sensibilidad por el cine, el cual le generó una curiosidad insaciable que lo llevó a preguntarse desde niño cómo crear películas.
Este año, a sus 46 años, el destacado hondureño fue galardonado por octava vez en los premios Emmy. Su primer galardón lo obtuvo el 2016; luego, desde el 2018 ha ganado cada año esta presea. De hecho, el 2022 obtuvo dos galardones. Entre sus exitosas obras premiadas sobresalen «La Condesa», «Chocolate» y «Brigade».
Además, su talento como fotógrafo, productor y cineasta lo ha llevado a ganar otros reconocimientos, entre ellos el Premio José Martí, otorgado por la Asociación Nacional de Publicaciones Hispanas en Estados Unidos.
Sus imágenes han ilustrado las portadas de múltiples libros y ha trabajado para medios e instituciones en los Estados Unidos, tales como The Washington Post, El tiempo Latino, CBS Radio, American University y Univisión.
Con el fin de conocer más sobre su pasión y dedicación en el mundo del cine, Diario Tiempo contactó al talentoso hondureño, quien gustosamente accedió a contarnos un poco de su vida y trayectoria.
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A continuación, la entrevista completa:
¿Cómo fue la infancia de Mario Ramos?
Nací en el Hospital Escuela de Tegucigalpa hace 46 años. Crecí con mi padre y mi abuela en la capital, y viví toda mi infancia en la colonia La Campaña.
¿Qué lo motivó a convertirse en cineasta?
Desde pequeño me sentí atraído por el cine. Más allá de disfrutarlo como cualquier otro niño o adolescente, tenía una fascinación especial por saber cómo se hacían las películas. Así que, con los años, ese encanto fue creciendo y fui descubriendo más y más hasta que por una situación fortuita del destino llegué a trabajar en televisión y fue ahí donde dije: «quiero hacer películas»; de eso ya 20 años más o menos.
¿Es fácil hacer cine?
Todo depende del ángulo en que lo miras. Un proyecto cinematográfico bien realizado toma tiempo. Así que, si fácil significa rápido, no lo es. Ahora bien, si disfrutas lo que haces, al menos te divertirás en el proceso.
¿Cuál fue su primer trabajo como cineasta?
Mi primer corto fue “Vuelve con nosotros”. Ahí confirmé que podría pasar toda mi vida rodando.
¿Cómo se prepara para hacer un cortometraje?
Para un corto te debes de preparar igual que como para un largo: muy enfocado y con mucha pasión. Y la preproducción es clave.
¿Cómo surge el proyecto de La Condesa?
La idea surge por una conversación con uno de los actores de mi primer corto, Sebastián Stimman. Mientras platicábamos en un café de Beverly Hills nos preguntamos cuál sería el próximo proyecto y concluimos que debería ser una película de suspenso. Tres años después estábamos rodando y, por supuesto, Sebastián fue parte del filme.
¿Piensa seguir haciendo trabajos con tintes de suspenso?
No lo creo, me interesa más drama e historias basadas en hechos reales.
¿Cómo fue ganar por primera vez un Emmy?
Sin duda muy emocionante. No lo esperaba, y lo digo muy en serio, nunca pensé en que ganaría, para mí la nominación ya era un premio en sí mismo.
Con 8 Emmys, ¿cómo hace para seguir siendo una persona humilde?
No quiero una vida superficial, quiero una vida real. Los Emmys son simplemente un reconocimiento a mi trabajo, nada más que eso. Además, no hay razón para creerse más que nadie, la vida puede continuar y seguirá sin nosotros.
Consejos, anhelos y proyectos
Mario Ramos también es periodista, ¿cómo hace para combinar esta profesión con el cine?
No lo hago. Nunca he ejercido el periodismo como tal; es más, nunca me gradué de periodista. Ahora, si bien es cierto he trabajado en medios como productor y presentador, incluso un tiempo como fotoperiodista para The Washington Post. Pero de momento me dedico exclusivamente a la producción y dirección audiovisual.
¿Qué consejos le daría a una persona que quiera escribir un cortometraje?
Que escriba, escriba y cuando se canse, vuelva a escribir. Y cuando tenga su primer draft, se lo pase a gente con más experiencia para recibir observaciones y una vez más, que vuelva a escribir.
¿Con qué director de Hollywood le gustaría trabajar?
Con muchos, pero por mencionar algunos: Wes Anderson, Guy Ritchie, los hermanos Coen, Alejandro Amenábar, Juan José Campanella, Almodóvar y por ahí va la lista.
¿Cómo nace su proyecto Cabezahueca Films?
Nace de mi inquietud y necedad de hacer cine. Yo venía produciendo proyectos independientes bajo ese nombre, pero no fue hasta el 2019 cuando decidí hacer mi primer largometraje “La Condesa” que monté la empresa formalmente. Ahora, cinco años después, Cabezahueca es una productora audiovisual que se dedica a producir proyectos comerciales y, por supuesto, películas.
¿En qué proyectos trabaja actualmente?
Tengo las manos metidas en muchas cosas. Por lo más cercano es quizá una película basada en un hecho real que quizá se pueda rodar en Honduras.