TEGUCIGALPA, HONDURAS. La impunidad en los casos de maltrato animal en Honduras brinda una licencia libre a los abusadores de apagar la vida de criaturas inocentes que no tienen voz para denunciarlos.
Entre risas, un joven grabó el momento en que su perro, raza pitbull, acaba violentamente con la vida de otro perrito que vivía en la calle. El material audiovisual se hizo viral en cuestión de horas, lo que provocó el reclamo social en contra del dueño del animal, quien justificó la acción diciendo que la víctima del ataque le comía el alimento a su mascota.
El repudio sobre este caso inundó las redes sociales. Sin embargo, las denuncias solo se ven reflejadas en los perfiles y no ante las autoridades competentes.
Diario Tiempo contactó a diferentes expertos y conocedores del tema para revisar a profundidad. Amanda Sullen Cerrato, rescatista animal, comentó a Diario Tiempo que existen grupos de animales más vulnerables al maltrato o abuso.
«Generalmente el maltrato se da en la mayoría de los animales, por lo general, por la importancia de las personas. Se da más en perros, gatos, burros que ya están viejos. Eso principalmente se ve en las poblaciones rurales», detalló.
De igual manera, Cerrato aseguró que la población hondureña no acostumbra a denunciar estos actos dañinos contra los animales.
«Eso casi no sucede. Las personas por lo general tienen miedo. Existe una ley, pero la mayoría de personas no conocen esa ley, incluso ni las autoridades», indicó.
Además, la rescatista explicó que las autoridades no toman con suficiente seriedad las acusaciones.
«No le dan importancia si hay procesos de denuncias. Normalmente quedan engavetadas, no tienen la importancia ni trascienden de una manera inmediata», expresó.
En este sentido, Cerrato lamentó que los casos de maltrato animal no tengan suficiente relevancia en la sociedad hondureña.
«A veces hasta los casos de personas cuesta un mundo que se muevan, no digamos los de animales», afirmó.
Riesgo de la denuncia
La rescatista manifestó que con las denuncias se corre el riesgo de que el dueño saque a la mascota afectada a la calle. Debido a esto, deciden proceder con cautela en estos casos.
«En lo que se piensa es en el animal y no en las leyes», indicó. Cerrato explicó que las campañas por parte de las autoridades gubernamentales deben ser más agresivas y con un mayor alcance.
«Deben ser más fuertes, deben ser más enfáticas. A mí parecer, las multas deben de ser mucho más altas. A veces el maltrato está en casa; gritos, perros encadenados. Yo considero que las leyes deben de ser un poco más fuertes», manifestó.
De igual manera, la rescatista indicó que el comportamiento de la mascota es definido por su dueño.
«El problema no está en el animal, sino en la crianza. Los animales son el reflejo de sus dueños», explicó.
Además, la rescatadora afirmó que en la sociedad hondureña no hay conciencia y educación para el cuidado de un animal.
La mente de un maltratador
Diario Tiempo se comunicó con el psicólogo Emir Montecinos para indagar sobre cómo funciona la mente de las personas que maltratan a los animales.
«Una de las cosas que tiene que ver es que es una cultura. Se ve mucho en algunas actividades como las corridas de toros, es una cultura de violencia. Disfrutan el hecho de ver golpes, sangre desde una perspectiva visual», indicó.
De igual manera, el experto en temas mentales indicó que hay un porcentaje poblacional que tiene una predisposición a desarrollar una condición que afecte su comportamiento con la sociedad.
«La sociopatía y los problemas que tiene que ver con ese tipo de cosas, no son tan poco comunes como se creía. Una de cada 100 personas está predispuesta a hacer un psicópata, biológicamente», afirmó.
Sin embargo, Montecinos indicó que no todas las personas con esa condición desarrollan una situación mental de este tipo.
El abuso animal es el primer paso
El psicólogo hondureño detalló que el maltrato animal es unos de los síntomas tempranos de una psicopatía.
«Uno de los síntomas de los psicópatas es el abuso animal en su infancia. El niño agarra una tortuga o una lagartija y no la diseca para ver qué tiene adentro, sino que la hace sufrir», manifestó.
También, el especialista indicó que es necesario prestar atención a estas actitudes desde la niñez, para evitar una evolución negativa.
No obstante, cuando una persona mayor tiene estas conductas violentas o disfruta de las mismas es un reflejo de su crecimiento o entorno familiar.
Alertas
Montecinos compartió algunas de las señales que indicarían que una persona podría desarrollar una condición mental de esta índole.
«Personas que no saben perder en cualquier aspecto y la forma en que reaccionan y sacan esa frustración de haber perdido es por medio de ataques violentos», manifestó.
Además, el psicólogo aseguró que estar expuesto a contenido violento puede influir en el accionar de las personas.
¿Ley no se aplica por falta de denuncia?
El abogado Cristopher Zelaya señaló a Diario Tiempo que las personas no denuncian debido al desconocimiento de la Ley de Protección y Bienestar Animal.
«Las personas muy poco denuncian acerca de esto. Falta mucha socialización», indicó.
De igual manera, el jurista hondureño detalló que las penas que contempla la normativa hondureña son leves.
«Son muy leves, la verdad. No tiene el impacto que deberían. Considero que son demasiado bajas y que deberían de ser endurecidas», afirmó el experto en leyes.
Nadie va a la cárcel
Zelaya aseguró que las penas en esta área son demasiado bajas, por lo que evitar ir a la prisión no es una tarea difícil. De acuerdo con la ley, las personas que maltraten animales podrían recibir una pena de entre 3 a 5 años de privación de libertad.
Además, podrían recibir una multa económica de aproximadamente 25 salarios mínimos.
«Al ser muy bajas, existen demasiadas alternativas legales para no verse privados de libertad», explicó el abogado.
De igual manera, el jurista explicó que los actos públicos de maltrato animal deberían de convertirse en un agravante para la denuncia.
También, Zelaya explicó que se debe cambiar el mecanismo de denuncia, permitiéndole a la población hacerlo de manera anónima.
«Debe de haber un grupo de campo para que verifiquen las zonas. Un equipo completo», expresó a Diario Tiempo.
Del mismo modo, el experto en leyes indicó que como las sanciones son bajas se puede evadir el tiempo de prisión. Esto, debido a lo que establece el Código Penal en su artículo 53.
“La prisión conmutada conforme al párrafo anterior, no podrá exceder de seis meses y la reclusión de cinco años. El condenado, sin embargo, podrá pagar la multa que le haya sido impuesta, en cuyo caso se decretará su libertad”, detalla la normativa en el área penal.
«Al ser las penas muy bajas, permite tener medidas diferentes a la prisión para resolver el conflicto», afirmó Zelaya.
La rescatista de animales, Amanda Sullen Cerrato, también manifestó que las penas son muy bajas y se necesita todo el peso de la ley contra los abusadores.
«Las penas pueden ser mucho más severas para los dueños. La ley debe caer sobre esa persona, todo el peso de la ley».
Acciones locales
Las alcaldías del Distrito Central y de San Pedro Sula han emprendido acciones para contrarrestar los niveles de abuso animal en las principales ciudades del país.
El edil capitalino, Jorge Aldana, anunció diferentes operativos en los barrios y colonias de Tegucigalpa y Comayagüela para constatar las denuncias de maltrato. Por su parte, el alcalde sampedrano, Roberto Contreras, presentó una moción para prohibir la venta y maltrato animal.
La lucha contra el maltrato animal en Honduras apenas da pequeños pasos en un largo recorrido, que tiene como destino brindarle condiciones dignas y una calidad de vida a los animalitos.