SAN PEDRO SULA. El comisario de la Policía Nacional, Jorge Alberto Rodríguez Montoya comentó la mañana de este martes que ya tienen avances en el caso de la maestra y su hijo que fueron asesinados el pasado fin de semana en la localidad de El Progreso, Yoro, al norte de Honduras.
«Ya hay avances por parte de equipos de inteligencia e investigación en relación a este caso. Gracias también al material de vídeos que hay en la zona y el trayecto de las balas, se pudo constatar que en el hecho participaron dos hombres; es decir, uno de ellos interceptó a las víctimas para dispararles. En tanto, el otro estaba esperándolo en el carro para recogerlo y darse a la fuga una vez perpetrado el acto», mencionó el uniformado.
También detalló que la persona que los asesinó pudo haber sido alguien conocido de la fémina. Por lo que seguirán en el proceso para esclarecer el vínculo y el móvil.
Para recordar, las víctimas respondían a los nombres de Aydil Gabriela Valeriano, docente de computación en la Escuela «Visitación Padilla». Así como su pequeño hijo Dastan Maldonado, ambos fueron enterrado ayer lunes en horas del mediodía en el cementerio principal de El Progreso.
Es importante reiterar que a la madre y su hijo los ultimaron el pasado sábado en horas nocturnas. Lo anterior, cuando se disponían a ingresar a su apartamento situado en la Colonia Esperanza de Jesús.
CONSTERNACIÓN EN EL PROGRESO
Parientes de la ahora occisa relataron que ella no se metía con nadie. Además, que los habitantes de la zona la querían mucho. Por lo que desconocen el por qué de su crimen.
Por su parte, Óscar Sevilla, vocero de la Policía de El Progreso, dijo que aún no manejan
una hipótesis clara sobre las causas ni de los responsables del crimen. “Hay un equipo de agentes que está investigando. Pues el primer sospechoso y a quien se está indagando es la expareja de la dama, lo que diga él podría ayudarnos a aclarar el hecho”.
Expresó que entre las evidencias están los casquillos de las balas. Lo anterior, puesto que a los criminales no les importó llevarse de encuentro la vida de un niño.
