Loterías: Así arman en calles de SPS las cábalas de los números

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Por Fito Molina

SAN PEDRO SULA.- En las calles de esta ciudad proliferan “brujos» y adivinadores  que dicen acertar números favoritos de loterías.

Pero cuando hablamos de “brujos” no estamos señalando a esos que se apoyan en las ciencias ocultas, pócimas y santos.

Ni tampoco aquellos que usan la ruda para hacer que muchos de sus clientes tengan suerte en el amor.

Nos referimos a los adivinadores que dicen acertar los números que jugarán en las loterías y otros juegos.

Luego de los sorteos, en la ciudad no es difícil ver a grupos de personas tertuliando para armar sus cábalas de la semana.

En los debates exponen sus multiplicaciones, sus sueños y los cruces en busca del próximo número “premiado”.

En algunos casos, cada número está identificado con una figura: El 33 es “Carpintero”, el 23 es “Mono” y 11 con “Perro”, y sigue.

Si en el sorteo resulta ganador el 33, entonces relacionan este número con la etiqueta del “carpintero”.

Loterías: Así arman en calles de SPS las cábalas de los números
Loterías: Así arman en calles de SPS las cábalas de los números

Luego los “brujos” o “expertos” en descifrar los números comienzan a trabajar la imaginación y la agudeza.

Por ejemplo: Muchos dicen que el carpintero hace la mesa y que la mesa está hecha de madera.

Otro con más experiencia establece que la meza proviene del árbol y que el árbol está en la Selva.

Hecha la relación, entonces deciden compra para el nuevo sorteo el 44 que es mesa, el 56 y 59 que son árbol y selva.

Otros más abusados le van al ataúd, objeto que también lo construye el carpintero y que es representado por el número 22.

Una vez concluido la cita matutina los adivinadores deciden que son cuatro o más los números con posibilidades.

Y esos cálculos y números favoritos se convierten de una manera asombrosa como líneas de referencia para los compradores.

En muchos casos ese número(s) escogidos se ha agotado tan solo porque los “brujos” o adivinadores ha dicho que ese sería el que saldría en loterias.

A veces de esa relación hecha sale el número ganador, pero para otros el pronóstico resulta un fiasco.

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De igual forma existen los brujos solitarios, los que no comparten sus proyecciones o clarividencias.

Ellos centran su esperanza en las fechas conmemorativas de algunos acontecimientos.

Entre ellas le apuntan a la fecha del día de la madre, del amor, a la del golpe de estado, a la del Día del Soldado y otras.

Loterías: Los sueños también juegan

Algunos otros se aferran a los sueños, es decir que cuando duermen y hablan con un familiar que está muerto.

Cuando esto ocurre compran el 84 o el 03. También invierten en la fecha que falleció y los años que tenía.

Los más extremos en el juego les apuestan a números de placas de autos, de registros de taxi y de los buses.

Asimismo, a los dígitos y cifras que se forman en paredes, pisos o que ven en cualquier objeto o prendas de vestir.

Otros jugadores, los más obsesionados, meten sus billetes que compran a un balde con agua.

Quienes creen en eso buscan que sus números de abono “se ablanden y jueguen pronto”.

Otros jugadores hasta llegan a llamar a los programas de radio y TV para quejarse de que no juega tal número.

O que el 47 tiene cinco o más años de no jugar.

Así transcurre el día de los que fabrican cábalas y tendencias con los números.

También así ocurre con aquellos que no adivinan si no que se dejan llevar por el número establecido por el “mercado”.

Lo cierto es que, acierten o no, estos juegos cambian la vida a algunos, da empleo a otros y crea una dinámica social especial.

Eso sí, casi siempre su acierto nada tiene que ver con las probabilidades de las ciencias exactas.

Ahh, pero no olviden que hoy es 3 de octubre. Suerte.