Redacción. El Instituto de Conservación Forestal (ICF) coordinó la liberación de 20 ejemplares de guara roja (Ara Macao) y 2 loras amazona farinosa en la biosfera del Río Plátano, de Honduras.
La acción se llevó a cabo a mediados de semana y participaron elementos del Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistemas y Ambiente, como también del Primer Batallón de Protección Ambiental de las Fuerzas Armadas de Honduras (FFAA).
Las 22 aves alzaron «un nuevo vuelo a la libertad», luego de que permanecieron en custodia de las autoridades, porque necesitaban recuperarse y tener un estado óptimo para regresar a su hábitat natural.
De acuerdo con el informe, estas guaras rojas y loras se decomisaron y rescataron de situaciones ilegales. En el caso del Ara Macao, que es el ave nacional de Honduras y un símbolo patrio, tenerla en cautiverio significa un delito estatal.
Asimismo, el ICF informó que todas pasaron por un riguroso y largo proceso de rehabilitación, para así recuperar su esencia salvaje. Ahora, ellas vuelan libres en una de las reservas naturales más imponentes e importantes del país.
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Hermosos ejemplares
Las imágenes divulgadas por el ICF y las Fuerzas Armadas muestran la belleza en el imponente plumaje de las guaras rojas. Se distinguen por tener una tonalidad rojo intenso con azul y amarillo.
A todas ellas las llevaron en jaulas espaciosas hasta la biosfera del Río Plátano y luego las sacaron con cuidado en palos, para que pudieran ser libres en el momento que ellas lo desearan.
«Vuelven a sobrevolar los cielos que siempre les pertenecieron. Nos recuerdan la importancia de proteger y conservar nuestra fauna. ¡Un gran paso para la naturaleza!», aseguró el ICF en sus redes sociales.
En los últimos meses, el ente estatal ha realizado la liberación de múltiples especies en espacios naturales del país. Todo esto, luego de decomisarlos en situaciones ilegales y para por el proceso de rehabilitación.
El sitio hondureño, que cuenta con uno de los pocos bosques tropicales lluviosos que existen actualmente en América Central, se encuentra amenazado por la ocupación ilícita de tierras, la pesca y la caza furtiva.
La biosfera de Río Plátano alberga una población indígena que ha conservado su modo de vida tradicional en un medio natural.
