VIENA. Es un sueño para muchos. Haría las delicias de Homer Simpson si éste fuera real: una piscina de cerveza. Este invento existe, y está en Austria. La cervecera Starkenberger, situada en Torrenz, al oeste del país, ofrece un original servicio: darse un baño de cerveza en lo que es la primera piscina de este líquido, al menos según afirman.
Esta piscina, no obstante, no tiene como objetivo emborracharse, sino que existe como tratamiento de belleza. Según la cervecera, un baño en su piscina estimula la circulación y garantiza una piel suave. Pero si alguien pretende contratar un baño (de como máximo cuatro personas) con el fin de pillarse una cogorza, debe saber que en realidad, la cerveza está muy rebajada: se trata de 300 litros de cerveza mezclados con 12,000 de agua.
