Redacción. Desde los humildes paisajes rurales de su natal Goascorán, en el sur de Honduras, hasta los escenarios culturales de Europa, África y América del Sur, Jaime Vallardo Chávez ha tejido una trayectoria extraordinaria que lo posiciona como una figura multifacética e inspiradora.
Con raíces profundamente ligadas a la identidad centroamericana y una sensibilidad espiritual que ha guiado cada paso de su camino, Vallardo Chávez ha sabido unir el arte, la palabra y la visión social en una obra que trasciende fronteras.
Pintor, escritor, conferencista y gestor cultural, es el creador de un legado vivo que dialoga con el alma de los pueblos y celebra la riqueza del continente americano. Desde niño, Vallardo adoptó un estilo de vida nómada. Vivió en Valle y luego en Choluteca, donde completó sus estudios antes de establecerse en Tegucigalpa.
La pasión por las artes lo acompañó desde que tiene memoria. Siempre sintió una conexión profunda con este mundo, como si el arte corriera por sus venas. Entre sus pasatiempos se destacaba la colección de monedas, billetes de diferentes países, antigüedades y diversos objetos artísticos.
Epifanía en Francia
En 2008, durante un viaje a París, una epifanía transformó su vida. Al adquirir una acuarela de un artista local, una voz interna le susurró: «Lo que tú amas es lo que tú eres». Desde entonces, no ha dejado de pintar, consolidándose como un exponente del arte naif. Sus obras, impregnadas de colores vivos y simbolismo espiritual, han recorrido galerías en Suramérica, Europa y África.
Vallardo Chávez es conocido como «El Artista de las Monedas Mundiales», ya que incorpora fragmentos de billetes de los países que visita en sus cuadros, lo que da lugar a obras valiosas y únicas, todas identificadas con códigos que las distinguen.
El artista describe su estilo como una expresión de creatividad ingenua y pura. Explicó que suele pintar un árbol típico de Honduras llamado jícaro, el cual, según él, permanece verde y da frutos incluso en épocas de sequía.
Para él, esta fortaleza simboliza la esperanza y la conexión con lo divino, recordándole que, a pesar de las dificultades, siempre hay motivos para seguir adelante. Esta admiración lo impulsa a plasmar el jícaro en sus obras, como un emblema de resiliencia y fe.
Desde su infancia, Vallardo sintió un cariño especial por este árbol, presente en casi todo el país, especialmente en la zona sur. También explicó que los personajes que aparecen de espaldas en sus pinturas simbolizan la espiritualidad y expresan gratitud hacia Dios.
El artista señaló que cada vez que pinta logra reconectar con el niño que todos llevan dentro. Añadió que sus obras transmiten vida, color e historia, ya que cada pieza incluye sellos distintivos que las hacen singulares.
Forbes
Durante la pandemia, el escritor y pintor hondureño se encontró varado en Perú. Lejos de dejarse vencer por las circunstancias, transformó este desafío en una oportunidad para expandir su arte a nivel global. Aprovechó la virtualidad para realizar exposiciones en diversos países, incluyendo Brasil, Perú, China, India, Argentina, Ecuador, Venezuela, México, Colombia, Siria, Bangladesh, Europa y Corea del Sur.
Estas muestras virtuales no solo consolidaron su presencia internacional, sino que también reafirmaron su compromiso con la difusión del arte naif y la cultura hondureña. A través de sus obras, Vallardo Chávez logró conectar con audiencias de diferentes culturas, llevando un mensaje de esperanza y resiliencia en tiempos difíciles.
Su talento le ha valido múltiples reconocimientos. Participó, por ejemplo, en la Bienal de Arte Contemporáneo – Expolatina de Arte 2023 en Salerno, Italia, donde recibió una Mención de Mérito por dos de sus obras. En 2021, la revista Forbes lo incluyó entre los tres artistas más creativos de la región. Al año siguiente, ganó el Premio Naif en la Bienal de Arte Contemporáneo de Cali, Colombia.
Ser hondureño es un honor que Jaime Vallardo Chávez lleva con orgullo en cada paso de su carrera artística. En cada lugar que se presenta proclama con firmeza su origen en la tierra de las cinco estrellas. A lo largo de su trayectoria, Vallardo ha recibido elogios de colegas europeos, reconocimientos que no alimentan su ego, sino que le brindan alegría al ver a Honduras recibir el merecido crédito.
Nuevas aventuras
Entre sus próximos proyectos, destaca su participación en eventos internacionales como las celebraciones de independencia de Bolivia, el bicentenario de Perú y Uruguay. Además, continúa liderando la «Cruzada y Museo Itinerante del Continente Americano», también conocida como Bicentenario de América, un ambicioso proyecto que reúne a más de 600 artistas para conmemorar los 200 años de independencia del continente.
En octubre, Vallardo presentará sus obras en Ginebra, Suiza, en Italia y en su amada Honduras.
Por último, el artista aconsejó a todas las personas que quieran ser parte del mundo de las artes que no tengan miedo y que no les importe el qué dirán. Sostuvo que con tal a la persona le guste el arte, no importa la rama que sea, que siga adelante, afirmando que uno en la vida debe hacer lo que a uno le gusta porque solo así uno se sentirá realizado y, además, para poder inspirar a los demás a seguir sus sueños.
Jaime Vallardo Chávez no solo es un embajador del arte hondureño, sino un catracho ejemplar que enaltece el nombre de Honduras en cada rincón del mundo.
La frase: «Lo que tú amas es lo que tú eres».
El dato: En 2021, la revista Forbes incluyó a Jaime Vallardo Chávez entre los tres artistas más creativos de la región.