AFP. Las inundaciones y deslizamientos de tierra provocados por las fuertes lluvias que azotaron el este de República Democrática del Congo dejaron casi 400 muertos, según un balance difundido este domingo, que aún puede aumentar a medida que se encuentran nuevos cuerpos.
«Hemos hallado más de 390 cuerpos», dijo a AFP Thomas Bakenga, administrador de la región de Kalehe, donde se encuentran las localidades afectadas, a orillas del lago Kivu que está en la frontera con Ruanda.
Intensas lluvias azotan desde el jueves la región de Kalehe, en la provincia de Kivu del Sur, lo que provocó el desbordamiento de ríos y deslaves que arrasaron las aldeas de Bushushu y Nyamukubi.
El balance de muertos aumenta rápido. La víspera, Bakenga había anunciado que había al menos 203 fallecidos. «Desde el jueves encontramos cuerpos cada minuto y los enterramos», añadió.
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En Nyamukubi, se derrumbó también la ladera de una colina, donde el jueves tuvo lugar el mercado semanal, explicó Bakenga.
«Parece el fin del mundo. Busco mis padres y mis hijos», se lamentó en lágrimas Gentille Ndagijimana, de 27 años.
La joven perdió a sus dos niños, a sus dos hermanas y a sus padres. Su marido resultó herido y se encuentra en el hospital.
«Ya no tengo familia y ya no tengo campo. Ahora tengo que buscar dónde dormir», relató.
Al menos 132 cuerpos fueron encontrados en este pueblo, detalló el administrador regional. Otros 142 en Bushushu y 120 flotando en el lago Kivu, cerca de la isla de Idjwi.
República Democrática del Congo es uno de los países más grandes de África y uno de los más pobres del mundo, devastado por la corrupción y la violencia en las zonas del este.
– «Luto nacional» –
Cabe mencionar que los damnificados carecen de todo. El gobierno provincial envió un barco lleno de alimentos, lonas y medicamentos.
Pero el panorama sigue siendo desolador. Hay pueblos enteros sumergidos, casas destruidas y campos devastados.
Por su parte, el gobierno central decretó el viernes un día de luto nacional para el lunes.
Roger Bahavu, otro de los afectados en Nyamukubi, contó a AFP que perdió a toda su familia.
«Soy motorista. Había regresado del trabajo, estacioné mi moto en casa y salí a ver a mis amigos. Cuando regresé, mi casa, mi moto y los miembros de mi familia habían desaparecido», relató.
Isaac Habamungu, un efectivo de la Cruz Roja local dijo que hay muchos cadáveres. «Estamos desbordados», advirtió.
«Creemos que muchos cuerpos terminaron en el lago (…) Nos preguntamos cómo vamos a encargarnos», añadió, explicando que no tienen bolsas para cadáveres ni financiamiento para sus actividades.
La catástrofe se produjo dos días después de otras inundaciones que dejaron al menos 131 muertos y destruyeron miles de casas en la vecina Ruanda.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo el sábado en una visita a Burundi que el desastre es «una nueva muestra de la aceleración del cambio climático y de sus consecuencias dramáticas para países que no son responsables del calentamiento» del planeta.
Los expertos afirman que los fenómenos meteorológicos extremos se producen con mayor frecuencia e intensidad debido al cambio climático.