Redacción. Son muchos los catrachos que tienen talentos sorprendentes que, cuando se descubren, sacan de ellos el mayor de los provechos, poniendo muy en alto el nombre de Honduras, un país cinco estrellas. Tal es el caso de Ingrid Josselyn García Sabillón, una hondureña que triunfa en España con su arte.
Ingrid nació en San Pedro Sula, donde en su infancia fue una niña extrovertida, que solía involucrarse en diversas actividades escolares.
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Aquella pequeña que participaba en concursos de dibujo y pintura ahora presenta su colección de arte denominada «Rostros de mi pueblo», nada más y nada menos que en el Consulado de Honduras en Madrid.
«El amor por las artes se iba desarrollando poco a poco ya que, durante mis años en el colegio, me interesé profundamente por el teatro y tomaba cursos de pintura ya que dicho instituto tenía enfoque en la educación cultural», comentó en una entrevista íntima con Diario Tiempo.
El dato:
A Ingrid se la puede encontrar en Instagram como @ingrid_garciart, donde publica todo lo relacionado con su arte.
Llegada a España
Ingrid reside en España desde hace tres años y medio. A ese país llegó con su esposo, pues ambos siempre tuvieron el sueño de conocer Europa.
Finalmente pudieron cumplirlo en su luna de miel; no obstante, lo que comenzó como unas vacaciones acabó convirtiéndose en una aventura inesperada.
«La pandemia nos impidió regresar a Honduras, y lamentablemente, perdimos los tickets de regreso sin posibilidad de reembolso. A pesar de haber sido difícil, decidimos no ver esta situación como un obstáculo insuperable, así que la tomamos como una señal del destino para comenzar una nueva vida en España», relató.
Ingrid detalló que sabían muy bien que comenzar de nuevo en un lugar desconocido sería un desafío, pero también creían firmemente que sus vidas se enriquecerían al enfrentar nuevas experiencias.
«A pesar de que siempre estuve expuesta a estímulos artísticos, la verdadera revelación llegó cuando ingresé a la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, a estudiar Educación Musical», comentó.
La hondureña aseveró que ella siempre pensó que su camino estaría ligado al canto, pero después se dio cuenta de que no sería así, ya que su programa académico le pedía tomar asignaturas de varias artes y ahí fue descubriendo que su pasión era el dibujo y la pintura.
«También los comentarios positivos que recibía por un docente que me incentivó a pensar bien las cosas. Fue en ese momento que tomé la decisión de cambiar de orientación, dejando atrás la música para entregarme por completo a mi nuevo y apasionante amor», dijo.
Pinturas con nostalgia
A través de sus pinturas, Ingrid desea que las personas contemplen y experimenten una profunda nostalgia y recuerden los momentos vividos en Honduras.
«Quiero que mis obras los transporten a esos recuerdos entrañables de su infancia y los hagan reflexionar. Mi colección más reciente se centra en capturar los rostros apasionados de nuestra querida Honduras, expresando así el amor y la conexión que siento por mi país a través del arte», precisó.
A lo largo de su carrera ha tenido la fortuna de experimentar varios logros que para ella han sido significativos. Por ejemplo, presentar sus obras en un par de ocasiones en España.
También señaló que recibe comentarios de muchas personas a las que inspira; entre ellos, jóvenes que le cuentan que verla a ella los motiva a seguir su pasión al arte.
«Mi sueño más grande es poder dedicarme plenamente a la pintura, sin la necesidad de tener que trabajar en otros rubros, lo cual es una realidad común para muchos de nosotros, los latinos», exclamó.
La hondureña además dijo que a menudo, las personas se ven obligados a desempeñar trabajos de limpieza o cuidando de niños y ancianos para mantenerse.
«Mi deseo es poder enfocarme exclusivamente en mi pasión por el arte. Anhelo la oportunidad de exponer y llevar mi arte a diversos lugares del mundo», agregó.
Ingrid aprovechó la entrevista para recalcar que en Honduras hace falta que se apoye mucho más al arte.
La frase:
«El arte desempeña un papel fundamental en la cultura y la expresión de una sociedad, y en muchas ocasiones, los artistas se enfrentan a desafíos económicos y falta de recursos para desarrollar sus talentos y promover su trabajo».
Para finalizar, comentó que ser hondureña y destacar en otro país es una experiencia llena de humildad y gratitud.
«A lo largo de mi viaje como artista, he tenido la suerte de encontrarme con personas maravillosas que me han brindado su apoyo y amor incondicional. Esta experiencia me ha recordado la importancia de mantener la humildad y la conexión con mis raíces hondureñas mientras trasciende fronteras», concluyó diciendo.
