San José, 3 ago (dpa) – La democracia en América Central, pese a los avances logrados luego de las crisis políticas de la década de 1970 y 80, sigue siendo frágil, en una región donde casi la mitad de sus 45,6 millones de habitantes es golpeado por la pobreza, alertó hoy un informe sobre la situación en el área.
«Los Estados democráticos no han logrado afianzarse», e incluso en algunos países ha habido retrocesos preocupantes, más el fortalecimiento de algunos ejércitos y el aumento en el gasto militar, señaló el Quinto Informe sobre el Estado de la Región, presentado hoy en la capital costarricense y elaborado de forma conjunta por varias universidades públicas de Costa Rica así como dos organismos regionales. El proyecto cuenta con el respaldo de la Unión Europea.
Por otra parte, el estudio advirtió que persisten las brechas sociales, la exclusión y la desigualdad, flagelos que condujeron en el pasado a conflictos sociales, y guerra civiles, que dejaron miles de muertos.
Según el informe, en el 2014 la pobreza afectaba a 47 por ciento de la población regional, asentada en un territorio de 523.000 kilómetros cuadrados.
La situación más aguda se concentra en la parte central y norte del área centroamericana, donde se localizan Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y Belice.
El estudio considera como un riesgo para la estabilidad democrática y su consolidación, un proceso de fortalecimiento de algunos Ejércitos, (y pone como ejemplo a Honduras, El Salvador y Guatemala), la expansión de sus funciones a otras áreas más allá de la seguridad nacional y en aras del combate al narcotráfico, uno de los grandes problemas que enfrenta la región.
Según la investigación, al menos 4,2 millones de hogares se encuentran fuera del mercado laboral y «sin acceso a servicios sociales básicos», y 18 por ciento viven incluso en estado de indigencia.
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El reporte señala también rezagos en materia ambiental, e insiste en la ampliación de la desigualdad.
«Entre el 2000 y el 2013 Centroamérica no logró elevar significativamente el estado de bienestar y progreso social», advirtió la investigación, tras insistir en que «la pobreza y la exclusión social son males crónicas» en esta zona.
