Redacción.- Turquía se encuentra viviendo uno de los capítulos más oscuros de su historia, luego de que en horas de la madrugada de este lunes sufriera un devastador terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter, el cual ha dejado miles de muertos.
Por otra parte, el movimiento telúrico ya deja al menos 1.400 muertos y 6.000 heridos, señalan medios internacionales.
El epicentro del sismo fue en la región de Kahramanmaras y se produjo a una profundidad de siete kilómetros, precisó la Presidencia de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) de Turquía.
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Además en Siria, hasta el momento se han informado de otros 473 muertos y 1.382 heridos. En las zonas controladas por el Gobierno sirio los fallecidos son 326, además de más de mil heridos, mientras que en las áreas controladas por la oposición las víctimas mortales suman 147 y más de 300 heridos.
El balance provisional, ofrecido por el vicepresidente turco Fuat Oktay, contabiliza también 1.710 edificios derrumbados en diez provincias del sureste de Anatolia, con las de Gaziantep y Kahramanmaras como las más gravemente afectadas.
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Devastadoras secuelas
En Gaziantep, centro económico industrial del sur de Anatolia, hubo al menos 80 muertos, y en la vecina Kahramanmaras, donde se derrumbaron 300 edificios, se registran de momento 70, precisó Oktay en rueda de prensa.
Asimismo, los aeropuertos de Gaziantep, Kahramanmaras y Hatay se han cerrado de momento, con los dos primeros ya afectados por las nevadas provocadas por una ola de frío que en los últimos días se extiende por el sur de Anatolia.
Por último, uno de los símbolos de la enorme destrucción del sismo es el histórico castillo romano de Gaziantep, que llevaba en pie más de 1.700 años y que ha sido arrasado por el temblor. A pesar de las actividades de rescates, se estima que la cantidad de muertos aumente.