Honduras.- La iglesia colonial de San Manuel de Colohete recupera su esplendor tras la llegada de Lilian Mazariego, quien luego de ver las lamentables condiciones en que se encontraba uno de los templos católicos más hermosos de América procedieron con la restauración con el apoyo de España.
El mismo sentimiento tuvo Leonel Santos, que al igual que Lilian Janeth pertenece, desde 2022, a un equipo de restauradores hondureños. Ellos están recuperando el esplendor de la imponente iglesia, ubicada en la Ruta Lenca, en el occidente del país centroamericano.
UNA IGLESIA DE TIPO BARROCO Y FINOS DETALLES
Esta región colonial, en el departamento de Lempira, es parte de la Mancomunidad de Colosuca, en la que se localizan cinco de las iglesias más antiguas de Honduras. Al menos dos de las más hermosas están situadas en la colonial Ciudad de Gracias. El resto se hallan en Belén, San Marcos Caiquín, San Manuel de Colohete y San Sebastián.
La más admirada es la de San Manuel de Colohete, para muchos «una maravilla» por su arquitectura barroca. Los expertos también han elogiado su rica ornamentación y finos detalles en su fachada e interior.
El templo fue construido entre los años 1600 y 1700 y, para algunos expertos en joyas coloniales, es una de los más hermosos que los españoles dejaron en América.
«Me sentí mal y me dio tanto pesar ver todo el entablado de la iglesia en el piso. Estuve a punto de llorar», dijo a EFE Lilian Janeth al recordar «las malas condiciones, con olor a humedad», en que estaba el interior de la iglesia. A la que llegaba para un trabajo de restauración, del que no se imaginaba la ardua jornada que le esperaba.
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Para Leonel también resultó desagradable encontrarse con que las tablas de la estructura del techo de la iglesia «estaban abajo, bastante dañadas y llenas de polvo».
LA RESTAURACIÓN LENTA, PERO CON BUENOS RESULTADOS
Leonel supo que había mucho trabajo por hacer, pero no se imaginó que llevaría tanto tiempo y que había que armarse de «bastante paciencia y cariño» para restaurar las tablas dañadas, cuidando con esmero «la parte de la policromía existente».
Más de un año después de haber iniciado su trabajo de restauración, Lilian Janeth y Leonel disfrutan plenamente de lo que están haciendo. Aunque no saben cuándo terminarán.
La restauración de la iglesia es la continuación, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), de una primera fase en la que se intervino de forma prioritaria en una parte de la techumbre y el piso.
Actualmente se está en la segunda fase, a la que le seguirá una tercera para atender lesiones de humedad por capilaridad en el interior. Por esta razón provoca lesiones en los enlucidos interiores de cal, los cuales poseen pintura mural de gran valor a nivel nacional.
Los daños en el entablonado de la iglesia obedecen a la descohesión de la policromía, acumulación de suciedad superficial. Asimismo de daños en el soporte de madera provocados por la humedad.