Tegucigalpa, Honduras. El párroco de la Catedral de Tegucigalpa, Juan Carlos Martínez, indicó que es el momento preciso para tener claro que en la vida siempre tendremos tentaciones y que nuestro país es afectado por el poder.
“Podemos preguntarnos, nos dejamos empujar por el espíritu o nos dejamos llevar por las ambiciones, por nuestras necesidades, intereses personales, que mueve en el fondo nuestra vida”, mencionó.
Puso como ejemplo que Jesús estuvo en el desierto, donde fue tentado como cualquier humano. Sin embargo, se mantuvo firme. “El desierto de Judea es un lugar geográfico. Pero es un lugar de combate con las fuerzas del mal y de encuentro con Dios”, comentó.
“El hombre contemporáneo huye del desierto, teme a la soledad y ausencia de sonido; pero el desierto es un encuentro profundo con nosotros mismos. Al desierto es donde necesitamos volver en tiempos de crisis para abrir caminos de esperanza para nuestra sociedad”, reflexionó.
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Luchar ante las tentaciones
Añadió que “Jesús tuvo que luchar con la tentación del poder que estaba simbolizado en satanás. Así que satanás es el símbolo de la ambición de poder que se esconde dentro de cada ser humano y que domina nuestro mundo. Es impresionante ver a Jesús tentado como cualquier humano, pero siempre estuvo firme en su camino”.
El párroco de la catedral pidió a todos los hondureños que entiendan el verdadero significado de la cuaresma. En ese sentido, para seamos mejores personas y tengamos una buena sociedad.
“Cómo sería nuestra vida si en la cuaresma entendiéramos el significado de una verdadera reconversión. De hacer una sociedad donde no hay injusticias, que no hay explotadores y explotados, opresores y oprimidos, debe ser un lugar donde reine la fraternidad”, destacó.
Siguió expresando que “sólo venciendo el mal en nuestro corazón se prepara el camino de la justicia y paz. Tanto en el ámbito personal como social. El señor ilumina y fortalece nuestros corazones para mantenernos en camino de fidelidad durante toda nuestra vida”.
