REDACCIÓN. «Viví una infancia dura por los problemas del alcohol de mi padre. Él le pegaba a mi mamá y bebía cada vez más, hasta que nos vimos en la obligación de migrar a Estados Unidos en busca de una vida mejor», relató entre lágrimas una joven hondureña que, prefirió mantenerse en el anonimato. Su calvario se replica en muchos hogares producto de una ingesta precoz de alcohol que inicia incluso antes de los 15 años, según datos oficiales.
Para esta joven de 25 años, el alcoholismo de su padre la llevó incluso a sufrir depresión. Pasaba días sin saber de él y cuando lograba entablar una conversación, su padre no estaba completamente lucido. «Él consumía mucho alcohol. Llegó al punto en que vendía todo, llegó a robarme mis pertenencias y las de mi hermano para venderlas y continuar con su vicio… Duele saber que mi padre no pudo salir de esa situación, es muy triste», lamentó.
Alcoholismo en cifras
El consumo de alcohol es una de las principales causas de problemas de salud mental y física en Honduras. Esta bebida es una de las más consumidas en Honduras, superando incluso el tabaco y otras drogas ilícitas.
«El consumo de drogas en una persona incluye al alcohol. Existen factores genéticos y neuro-adaptativos que cada día hace que se incremente más el uso y abuso de esta sustancia», explicó el exvicepresidente del Colegio de Psicólogos de Honduras, Felipe Pineda.
Según un reciente Informe sobre la situación mundial del alcohol y la salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo promedio de alcohol por persona en Honduras es de 3.2 litros anuales.
En estudios realizados hace unos años por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) se encontró una prevalencia del 6.2% de alcoholismo en zonas urbanas, mientras que en áreas rurales, se halló una prevalencia del 16.1% entre los hombres.
Además, se ha reportado un incremento en el consumo de alcohol en Honduras desde la pandemia de COVID-19. El Instituto Hondureño para la Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia (IHADFA), reveló en 2022 que el consumo de bebidas alcohólicas pasó de un 19% a un 21%.
A pesar de los esfuerzos por abordar el tema y crear conciencia, uno de los mayores obstáculos sigue siendo la falta de acceso a la información. Diario Tiempo intentó contactar a la directora del IHADFA, Fedra Thiebaud, con el fin de obtener cifras recientes sobre el impacto del alcoholismo en el país. Sin embargo, no se obtuvo respuesta por parte de la funcionaria, a pesar de que los mensajes fueron leídos.
Consecuencias mortales
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2021 se reportaron 1,400 muertes directamente relacionadas con el consumo excesivo de alcohol, una cifra alarmante que sigue en aumento.
Además, el alcoholismo está vinculado a otras causas de muertes, como la cirrosis hepática. Un estudio publicado por la revista Nature, clasifica a Honduras entre los países con una tasa de mortalidad por cirrosis alcohólica superior a 20 personas por cada 100,000 habitantes.
La situación se complica aún más con el aumento de casos de cáncer en jóvenes, atribuido al consumo de bebidas alcohólicas. Rony Portillo, exdirector del IHADFA, explicó que es preocupante observar la aparición de cáncer en jóvenes, señalando que el alcohol puede ser un factor de riesgo para diversos tipos de cáncer, como el de esófago, hígado, próstata, vejiga y mama. Portillo indicó que seis de cada diez hondureños son consumidores de bebidas alcohólicas y que los casos de cáncer están surgiendo en personas de 20, 30 y 40 años.
El alcoholismo no solo afecta la vida de quienes lo padecen, sino que también cobra la vida de cientos de personas cada año. Los accidentes de tránsito son una de las consecuencias más visibles y letales. Estadísticas señalan que, por cada 46 accidentes viales en el país, 32 son provocados por conductores ebrios, una tendencia que pone en peligro la vida de muchas personas cada día.
De acuerdo con la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), entre 2018 y 2023, se registraron 2,264 accidentes vehiculares en los que los conductores estaban bajo los efectos del alcohol, y otros 350 casos sospechosos de estar relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas.
Decenas de alcohólicos en busca de ayuda
El impacto del alcoholismo va más allá de las muertes y las enfermedades. Familias enteras son destruidas por la dependencia de un miembro a esta sustancia. Según el psicólogo Marlon Ponce, del Hospital Psiquiátrico Santa Rosita, es común que los pacientes alcohólicos lleguen a la sala de desintoxicación cuando ya presentan síntomas graves como delirios, alucinaciones visuales y temblores. «Uno de los principales problemas del alcohólico es la falta de conciencia sobre su enfermedad. Muchos creen que pueden controlar el consumo, pero no es así», explicó Ponce.
El Hospital Psiquiátrico Santa Rosita, junto con el Hospital Psiquiátrico Mario Mendoza, son las principales instituciones que brindan atención a pacientes alcohólicos en Honduras. Cada semana, el Hospital Santa Rosita atiende a aproximadamente 50 pacientes en la Unidad de Desintoxicación Alcohólica (UDA). Sin embargo, las instalaciones se ven desbordadas durante algunas temporadas del año, como en Navidad, cuando el consumo de alcohol aumenta.
El alcoholismo por edad y sexo
Uno de los aspectos más preocupantes del alcoholismo en Honduras es su creciente incidencia entre los jóvenes. Según datos del INE, la ingesta de alcohol comienza antes de los 15 años, tanto en hombres como en mujeres. Esto se ha convertido en un problema sumamente peligroso que expone a los jóvenes a un mayor riesgo de dependencia en sus vidas adultas.
El porcentaje de hombres que consumen alcohol (31%) sigue siendo más alto que el de las mujeres (8.8%), aunque su impacto es devastador en ambos casos.
El Hospital Santa Rosita recibe alrededor de 5 mujeres con problemas de alcohol a la semana, mientras que unos 50 hombres llegan semanalmente al establecimiento.