CÓRTES.- Los restos de Jennifer Gavarrete López y Carlos Daniel, de 7 años, dos de los tres niños ahogados en un río de la frontera entre Guatemala y México, llegaron este viernes 29 de julio en horas de la madrugada a Honduras.
Los restos de ambos niños serán velados todo este día en Omoa y San Manuel, municipios de Cortés, al norte de Honduras, donde residían sus familias, y les darán cristiana sepultura este sábado 30 de julio.
Los niños murieron ahogados el pasado 21 de julio cuando trataban de cruzar un río justo en la frontera entre Guatemala y México. La balsa en que iban junto a otros migrantes, incluyendo a un niño salvadoreño, se hundió y provocó la muerte de los tres menores que no pudieron maniobrar en ese dramático momento.
Tanto Jennifer Gavarrete y Carlos Daniel iban acompañados por su madre y padre, respectivamente. La primera, Olga Marina, pudo salvarse y regresar a Honduras para contar el trágico final de un segundo intento en busca de una mejor vida en Estados Unidos.
El cuerpo de la pequeña fue recuperado el mismo jueves que ocurrió el lamentable hecho en el estado de Chiapas.
El alcalde de Omoa Ricardo Alvarado dijo que están consternados por la que ocurrió de igual manera compartió que la cancillería mexicana tenía previsto mandar los restos por medio de avión, pero decidieron hacerlo por vía terrestre para agilizar su repatriación.
La abuela del niño, Carlos Daniel Aguilar, agradeció a la cancillería de Honduras y México y al alcalde de Omoa, por ayudar en los trámites y agilizar el envió del cuerpo lo más pronto posible.
«El era muy especial para nosotros, un niño muy alegre, tranquilo, muy estudioso, lo recordaremos mucho porque el era un niño muy especial en cada corazón de cada familia y de cada vecino y amigos de escuela y maestros también»agregó la abuela.
Su hermanito, quien también viajaba junto a él y su madre, comentó que al momento del accidente las olas lo golpearon fuertemente en su cabeza y de ahí no recuerda más.
«El era muy alegre, lo voy a extrañar mucho» añadió su hermano.
Los parientes de Olga Marina, mama de Jennifer, relataron que ésta ya había hecho un primer viaje con su hija, tratando de cruzar la frontera y llegar a Estados Unidos. Ella y su hija Jennifer fueron deportadas de México. Ocho días después de ese intento volvió a intentarlo, esta vez ya regresó sola: Su hija murió ahogada.
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“Tomó la decisión de irse y llevarse a la niña, pero la agarró la migra (Migración) y hace ocho días regresó a la casa; nunca pensamos que nuevamente se iría”, dijo una de sus cuñadas.
La madre comento que al momento de la tragedia, nadie quiso ayudarla a buscar a la niña y que los que iban en la embarcación decían que se fueran y que dejaran los niños muertos, antes de ser descubiertos por las autoridades.