Redacción. Mientras el mundo celebra la reciente victoria del Paris Saint-Germain en la UEFA Champions League, otra historia destaca en la vida personal del técnico Luis Enrique Martínez.
Esta historia es la de Ada Marisol Pérez, una hondureña originaria de Plan Grande, Concepción, Copán, que ha jugado un papel clave en la vida del exitoso entrenador español.
Ada Marisol llegó a Barcelona hace más de cinco años con la esperanza de encontrar un futuro mejor. En su hogar en Honduras, vendía verduras y hacía tortillas para ayudar a su familia. Con la esperanza de mejorar su vida, emigró a España y empezó trabajando como niñera.
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Su vida dio un giro inesperado cuando, gracias a una recomendación, tuvo la oportunidad de conocer a Elena Cullell, esposa de Luis Enrique. Aunque en ese momento no sabía quién era Luis Enrique, la conexión fue inmediata.
Increíble historia de la hondureña
Cuando Ada se unió a la familia del entrenador, lo hizo en un momento muy difícil: la trágica pérdida de su hija pequeña. No solo ofreció su apoyo como empleada, sino que brindó consuelo y estabilidad emocional, convirtiéndose rápidamente en una figura importante en la vida de la familia.
La relación de trabajo se fue transformando en algo mucho más personal. Ada se ganó la confianza de todos, y su profesionalismo y empatía la hicieron indispensable. Hoy en día, la familia la considera parte esencial de su entorno.
Además de su trabajo, Ada Marisol ha compartido su cultura y tradiciones con la familia de Luis Enrique.
Su comida, especialmente los tacos hondureños, se ha convertido en una de las favoritas. “Aún no han probado las baleadas, pero ya llegará el momento”, bromea Ada, mostrando su orgullo por sus raíces.
Hoy, mientras Luis Enrique disfruta de su título de la Champions, Ada Marisol celebra también su propio logro personal.
La historia de Ada es un ejemplo de que, con esfuerzo y determinación, los sueños más grandes pueden cumplirse, sin importar cuán lejanos parezcan. Asimismo, la hondureña ha transformado su vida y, con ella, lleva el orgullo de todo un país.