Honduras. Alrededor de 200 mil migrantes extranjeros han transitado por Honduras desde enero a agosto de 2023, en busca del «sueño americano», sin embargo, muchos de ellos suelen quedar varados en el país y se convierten en víctimas de tratos inhumanos por parte de los hondureños y del Gobierno.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Migración (INM), en lo que va del año, 196 mil 120 migrantes han ingresado al país, en su mayoría, venezolanos, ecuatorianos, haitianos, cubanos, colombianos, chinos, entre otros. De éstos 117, 456 son hombres, 45, 571 mujeres, 19, 595 niños y 13, 498 son niñas.
La mayoría de los extranjeros suelen ser suramericanos y llegan al país a través de la Frontera «Las Manos» entre Honduras y Nicaragua, por la cual ingresan al departamento del El Paraíso y buscan alojarse en los albergues ubicados en los municipios de Danlí y Trojes. Pero, debido al aumento del flujo migratorio, se encuentran colapsados, obligándolos a ocupar espacios públicos y exponerse a abusos, discriminación, amenazas, hambre y enfermedades.
Colapsos en albergues
Al respecto, el delegado departamental del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) en El Paraíso, William Rolando Alvarado, detalló a Diario Tiempo las condiciones en las que viven los migrantes en Danlí y Trojes, donde existe mayor flujo migratorio, así como la violación a sus derechos.
Alvarado explicó que actualmente los Centros de Atención al Migrante Irregular (CAMI), se encuentran llenos, debido a que en los últimos dos meses ha incrementado en un 50% la presencia de indocumentados.
Según el defensor, entre unas 800 a 1,000 personas ingresan diariamente por la frontera de Las Manos, pero el Gobierno sólo tiene la capacidad de recibir 130 personas en un albergue, lo que ha obligado a más de 430 migrantes a ocupar espacios públicos. Entre ellos, el Monumento a la Madre, Plaza San Sebastián y el parque Apaguiz.
«Desde el Conadeh hemos solicitado al gobierno municipal tomar las acciones pertinentes dentro de su competencia, pero éste no se ha involucrado ni ha hecho uso de su prepuesto asignado para contrarrestar este tema», manifestó.
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Falta de respuesta
Por otra parte, desde meses anteriores, los migrantes han denunciado a través de medios de comunicación la falta de un lugar para hacer sus necesidades básicas. También, las estafas que sufren ante el incremento de tarifas en el transporte, situación que debido a la falta de dinero los obliga a permanecer en el país.
Al respecto, Alvarado expresó que desde hace dos meses solicitaron a la alcaldía la instalación de sanitarios móviles y un trasporte público que los lleve desde Danlí a la frontera de Agua Caliente, entre Guatemala y Honduras. Sin embargo, manifestó que pese a que autorizaron las solicitudes, hasta la fecha no han obtenido respuesta del Gobierno Central, ni del INM.
De igual manera, añadió que han enviado peticiones para acelerar la construcción de los CAMI para que tengan una capacidad arriba de 400 personas.
Respecto a los altos cobros de trasporte, comentó que desde la Defensoría de Protección al Obligado Tributario en conjunto con la Defensoría de Movilidad Humana y la Delegación Departamental de El Paraíso se encuentran investigando este tipo de ilegalidades.
«En primer lugar está el cobro que realiza la alcaldía municipal de Trojes de 2,200 lempiras al transporte por cada unidad que sale. De igual manera, al Instituto Hondureño del Transporte Terrestre (IHTT), que ha aprobado rutas provisionales para trasportar migrantes y los cobros están al 100% de lo que paga un nacional», dijo.
Además, denunció que el IHTT aprobó que de la Frontera Las Manos a Danlí, los migrantes deben pagar alrededor de 5 dólares, cuando un ciudadano hondureño paga únicamente 30 lempiras. «Entonces desde estas defensorías ya se están haciendo las investigaciones para remitir oficios al IHTT», agregó.
Abusos y discriminación
Entre otros temas, el defensor manifestó su preocupación ante la estigma y discriminación y acciones de la población contra los inmigrantes.
En tal sentido, ejemplificó el levantamiento de una cerca en la Colonia El Zarzal, Danlí, para obstaculizar el acceso a los extranjeros. Asimismo, comentó que al Departamento Municipal de Justicia llegan quejas sobre la invasión de espacios públicos.
«Hoy consideramos que en la actualidad ya se están creando grupos contra la población migrante, que a inicios de este fenómeno en el departamento de El Paraíso era total solidaridad», expresó el delegado.
Entre algunos abusos, también resaltó que pese a la aprobación de la amnistía migratoria vigente hasta enero del 2024 y que exime a los migrantes irregulares de pagar 200 dólares para ingresar al país, varios grupos se encuentran falsificando el permiso de ingreso que emite el INM y se los venden por altos costos.
Además, ante la precariedad que viven los migrantes señaló que para poder subsistir, muchos trabajan en supermercados. También, en construcciones, Car Wash, e incluso ayudan a conductores a parquearse.
Entre tanto, hizo un llamado a los gobiernos locales para que tomen acciones y hagan uso de la partida presupuestaria. Asimismo, al Poder Ejecutivo para que cumpla con los convenios y protocolos internacionales de los que Honduras es parte y les brinde una atención digna y el respeto a los derechos humanos.
Responsabilidad del Estado
Por otro lado, la analista en temas de migración, Itsmania Platero, quien es testigo de la vida de los migrantes irregulares en la zona oriental del país, comentó a Diario Tiempo el tipo de ayudas que estos suelen recibir, también los diferentes riesgos que enfrentan desde que salen de su país de origen.
Platero manifestó que en las fronteras de Choluteca, El Paraíso y Trojes es donde ha observado mayor solidaridad hacia los indocumentados por parte de la Iglesia católica y el INM. «Están dando alimento a la gente, es algo que no se veía antes. Hoy es más visible la ayuda humanitaria», dijo.
A su vez, explicó que el INM no es culpable de que cientos de migrantes duerman en parques y calles. Por lo tanto, le atribuyó la responsabilidad Estado, debido a que no está previendo la construcción de nuevos albergues o mejora los ya existentes.
Asimismo, Platero lamentó que la población hondureña de las zonas de El Paraíso es la que mayor cantidad de abusos comete contra los migrantes, a quienes explotan, utilizan y se aprovechan de ellos.
Riesgos y violaciones
También, manifestó su preocupación ante el cierre de albergues de algunas iglesias evangélicas y falta de asistencia humana para enfermos. Además, recordó que el paso de los migrantes es temporal y pasajero, ya que no buscan quedarse.
«Honduras hace bien en darles la amnistía, pero sí necesitan tener atención en salud, hay gente muy enferma, gente con hambre. Incluso, hay denuncias de que son amenazados por bandas criminales, y siguen siendo víctimas de extorsión por parte de supuestos policías. También hay personas que dicen que las mujeres hasta por un plato de comida son abusadas», manifestó Platero.
Además, hizo mención a la existencia de casas clandestinas, donde albergan a la gente y les van sacando el poco dinero que poseen.
En tal sentido, Itsmania lamentó las condiciones que ofrece Honduras a los migrantes, pues la mayoría cruza hasta ocho países para llegar a su destino. Y desde todo el recorrido también sufren abusos, en su mayoría sexuales, y tráfico de niños.
Por lo tanto, hizo un llamado al hondureño para tener empatía. Asimismo, pidió no ser indiferentes y extender una mano amiga para aquellos que únicamente salen en busca de mejores oportunidades.
Oleadas más grande
En relación al aumento del flujo migratorio, la experta manifestó que actualmente Honduras está registrando una de las oleadas más grandes de la historia en materia de migración.
«Ahorita de la gente de América del Sur que entra por la región del Darién, vienen al menos unas 280 mil hace unos 3 meses. Eso da a entender que de ese porcentaje de migrantes en curso, pues una cantidad muy fuerte va entrar a Honduras», explicó.
A su vez, comentó que debido a que Colombia y Panamá no cuentan con apropiadas normas migratorias, el país espera un flujo de más de 40 mil personas. «No es exageración», dijo.
Ante ello, explicó que Honduras no podrá regular el tránsito de migrantes, ya que es una situación transitoria. Por la tanto, recomendó dejarlos pasar, construir más albergues y brindarles mayor atención humanitaria porque la violación a los derechos humanos será más evidente.