Redacción. El analista hondureño, Edgardo Rodríguez, considera que el pueblo ya está «harto» de que se exijan derechos humanos (DDHH) para los privados de libertad, pero que nadie hable ni vele por las víctimas de la criminalidad y delincuencia en el país.
El comentario de Rodríguez se dio en marco de la intervención de los centros penales por parte de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), donde defensores de derechos humanos y familiares han denunciado malos tratos en contra de los privados de libertad.
En ese sentido, el analista aseguró en CHTV que «me quiero referir al tema de los derechos humanos de los asesinos, de los delincuentes. Es cierto que tienen derecho a estar en un espacio donde se les brinde atención en salud, se les de de comer. Sin embargo, ese derecho humano no significa libertinaje y es eso lo que se ha venido viviendo en las cárceles por años».
«Es por eso que el pueblo hondureño esta harto, el pueblo hondureño esta harto de ese discurso de derechos humanos proteccionista de los delincuentes. Ninguna de esas organizaciones que se llaman defensores de derechos humanos se pronuncia por las víctimas o muy pocas, porque no se escuchan esos pronunciamientos firmes y claros», reprochó Rodríguez.
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Discurso
Edgardo Rodríguez también señaló que los defensores de derechos humanos no velan por las víctimas de la extorsión, tales como dueños de negocios que se ven obligados a cerrar o los operarios del transporte, que en gran parte de los casos mueren de manera violenta.
«¿Quién vela por la familia de los conductores de taxis o buses que quedan a la defensiva por el asesinato a manos de estos grupos criminales?. Entonces se ven en Honduras como en otros países, estas organizaciones de derechos humanos como protectoras de los asesinos y delincuentes», acotó.
A sus vez, Rodríguez reiteró que la población hondureña ya esta cansada del «discurso proteccionista» de los defensores de DDHH.
«Poner a estos delincuentes en un patio porque estaban haciendo la requisa de las armas y cosas en el centro penal, no es ningún atropello a los derechos humanos. Simplemente se les quita la ropa para identificar lo que andan, porque ya vimos que hasta en sus partes íntimas se introducen objetos y por eso se toman esas medidas», cerró.