Redacción. Las recientes protestas en Estados Unidos, particularmente en ciudades como Los Ángeles, Chicago y varias de Texas, encendieron las alarmas migratorias entre la comunidad hondureña.
En medio del endurecimiento de las políticas migratorias bajo el gobierno de Donald Trump, al menos 30 hondureños han sido detenidos en redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), confirmó Julissa Gutiérrez Villanueva, cónsul de Honduras en Los Ángeles. Tres de ellos fueron reportados recientemente y se proporcionó un listado con otros 27 que están siendo procesados.
«Encontrándose un total de 30 hondureños detenidos, de los que se nos ha brindado un listado de personas (…) que se revisará caso por caso, para poder individualizar sus situaciones migratorias y antecedentes penales en este país”, declaró.
Por ello, el consulado habilitó una línea telefónica para informar a sus familias: 470-751-9077. «Reiteramos nuestro compromiso de atención e informar a través de nuestro número de Call Center», agregó Gutiérrez.
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“No se involucren”: llamado a la prudencia
La abogada de migración Marcela Caro advirtió sobre los riesgos legales que enfrentan los migrantes que participan en manifestaciones e indicó que muchas de las acciones del gobierno estadounidense responden a promesas hechas en campaña por Trump.
Asimismo, explicó que dos de los tres hondureños arrestados en los últimos días en las protestas en Los Ángeles tienen antecedentes penales, lo que complica su defensa.
«Estos hondureños que agarraron en las protestas, lastimosamente, cuando buscamos sus expedientes, tienen antecedentes penales; ambos los tienen, por lo que no hay manera en que podamos ayudarles», dijo.
Caro instó a los connacionales a evitar involucrarse en protestas, sobre todo si tienen procesos abiertos o carecen de estatus migratorio, ya que podrían ser fichados o deportados. «Es muy importante que los hondureños no salgan, no se involucren, y, más si usted tiene un proceso, no lo haga. Si no tiene un estatus, tampoco, porque lo van a fichar aunque no los deporten», alertó.
Las manifestaciones, que comenzaron el 6 de junio en Los Ángeles para rechazar las redadas del ICE, derivaron en enfrentamientos con la Policía y la quema de vehículos. En respuesta, Trump ordenó el despliegue de 4,000 efectivos de la Guardia Nacional y 700 marines, una medida que el gobernador de California, Gavin Newsom, y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, calificaron de desproporcionada.
“Es un drama humano”
Luis Carlos Chavarría, especialista en derecho internacional, reconoció el dilema que enfrentan los migrantes: manifestarse y ser señalados, o callar y vivir con temor.
«Esta situación es sumamente difícil porque primero es un drama humano, son nuestros compatriotas los que se encuentran en una posición de perder; si se manifiestan corren el riesgo de ser fichados, lo cual es injusto», afirmó.
En consecuencia, pidió solidaridad con los manifestantes pacíficos y condenó tanto la violencia de algunos grupos infiltrados como los excesos cometidos por agentes de ICE.
«Lamentablemente manchan unas protestas que son legítimas. Nosotros como hondureños tenemos que solidarizarnos y a la vez condenar cualquier tipo de violencia», expresó.
INM: “Eviten las protestas para no quedar en la mira”
Por su parte, Wilson Paz, director del Instituto Nacional de Migración (INM) en Honduras, mostró «alta preocupación» por las detenciones y pidió a los hondureños que se mantengan al margen de las protestas para no exponerse.
«Le pedimos a nuestros ciudadanos hondureños que se alejen de este tipo de protestas, ya que podrían convertirse en foco de detención o arresto», sugirió.
También aseveró que se ha solicitado a EE. UU. el respeto al debido proceso y a la dignidad humana de los migrantes.
«Hay que recordar que Estados Unidos, en los últimos dos siglos, se ha desarrollado gracias a la mano de obra de migrantes», agregó.
Migración
Wilfredo Serrano, sociólogo y gerente de Cooperación Externa del mismo instituto, consideró que esta crisis migratoria debe verse como una oportunidad para impulsar una reforma integral en EE. UU. y para reflexionar sobre las causas estructurales de la migración en Honduras.
«Nadie se va porque desea irse por sí mismo; se va por las realidades y los contextos de cada país», reflexionó.
«Es el momento de la reflexión del país que debemos construir. Más temprano que tarde, nuestros compatriotas van a regresar y lo harán en la medida en que este país tenga condiciones», prosiguió.
Rechazo regional
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su rechazo a las redadas migratorias durante una reunión en Washington con el vicesecretario del Departamento de Estado de EE. UU., Christopher Landau.
En el encuentro, Sheinbaum manifestó su preocupación por los operativos del ICE y defendió a los migrantes que residen y trabajan de forma regular en EE. UU.
«No estamos de acuerdo en que se utilicen redadas para detener a personas que trabajan honestamente. Esto no solo afecta a las familias migrantes, sino también a la economía estadounidense», declaró la mandataria.
Sheinbaum indicó que el gobierno mexicano continuará insistiendo en un enfoque que respete los derechos humanos dentro de la política migratoria de EE. UU.
Postura de Trump
El presidente Donald Trump afirmó que Los Ángeles está «sana y salva» gracias al despliegue masivo de efectivos militares y de la Guardia Nacional para contener las protestas contra las redadas migratorias. En su red social Truth Social, destacó que, sin estos soldados y marines, la ciudad «sería una escena del crimen como no hemos visto en años».
Los manifestantes han llevado a cabo la mayoría de las protestas de forma pacífica; sin embargo, se registraron focos de violencia, como la quema de taxis y el lanzamiento de piedras a la policía. Ante estos hechos, la alcaldesa de Los Ángeles decretó un toque de queda nocturno para enfrentar saqueos y actos de vandalismo.
Pese a la militarización, California se prepara para enfrentar al gobierno federal en la justicia. El gobernador demócrata Gavin Newsom acusó a Trump de «haber perdido totalmente el control de la situación». Asimismo, calificó la militarización como una escalada con fines políticos.
En apoyo a esta postura, al senador demócrata Alex Padilla lo expulsaron con fuerza de una conferencia de prensa en Los Ángeles mientras intentaba intervenir en un evento sobre las redadas.
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Mientras las redadas continúan y el ambiente político en EE. UU. se vuelve cada vez más hostil hacia los migrantes, los hondureños enfrentan una encrucijada compleja: deben decidir si alzan la voz ante lo que consideran injusticias o permanecen en silencio para no poner en riesgo su permanencia. En ambos casos, el temor y la incertidumbre son constantes.
