Redacción.- Álvaro Córdoba, hermano de la senadora colombiana, Piedad Córdoba, este martes se declaró culpable por delitos vinculados al narcotráfico en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, Estados Unidos.
El juez James J. Liman fue el encargado de llevar el caso y ante quien compareció Álvaro en la audiencia donde debía declarar su culpabilidad o inocencia.
“Entre julio de 2021 y febrero de 2022, yo participé de una conspiración para la distribución de 500 gramos o más de cocaína que iban a ser enviados a Estados Unidos y yo sabía que lo que estaba haciendo estaba mal”, confesó en la audiencia.
Tras la declaración del hermano de Piedad Córdoba, el juez programó para el próximo 11 de abril del 2024 la audiencia para la lectura de la condena.
Te puede interesar: Abren proceso penal contra la senadora colombiana Piedad Córdoba
Cabe recordar que la senadora Piedad Córdoba fue detenida en Honduras hace más de un año por intentar salir del país con unos 68 mil dólares, suma de la cual no informó a las autoridades previamente, como dicta la ley.
Ocho meses después de los sucedido, Córdoba aseguró que aquella suma la había recibido por una asesoría que dio a unos empresarios colombianos en Honduras.
Acusación contra el hermano de Piedad Córdoba
De acuerdo con la investigación del Fiscalía, a Álvaro Córdoba lo acusan por el delito de conspirar para enviar cientos de gramos de cocaína a Estados Unidos.
Asimismo, los fiscales establecen que Álvaro Córdoba está señalado de aliarse con carteles mexicanos y con emisarios del disidente de las FARC alias «Gentil Duarte». Esto para la exportación de la cocaína hacia el país norteamericano.
Lee también: Senadora Piedad Córdoba aún no justifica procedencia de $68 mil
Tras la acusación, a Álvaro Córdoba lo extraditaron el pasado 19 de enero de 2023. Entonces, al momento de abordar el avión de las autoridades estadounidenses, afirmó que era inocente. «Soy inocente y lo demostraré en EEUU», expuso ante medios.
Además, previo a su extradición, también lo acusaban de posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos. No obstante, la justicia norteamericana desestimó estos cargos.