SAN PEDRO SULA, CORTÉS. El dolor de la familia de los niños que murieron en el incendio suscitado el pasado viernes en el sector de El Limonar parece no terminar, puesto que hoy lunes, tres días después de la tragedia, no han podido sepultar a los pequeños.
El sábado, la abuela y madre de Adrián Alexander de cuatro años y su hermano menor Joshua Sair Posas Alvarado de 22 meses, permanecían en la morgue del Ministerio Público a la espera de la entrega de los dos cuerpos; pero las autoridades les informaron que deben hacer análisis de ADN para establecer cuál es el cuerpo de cada niño.
Por ello, Juana Alvarado, abuela de los menores declaró: «Ya tenemos todo listo para velarlos, nosotros no queremos que les hagan pruebas, sabemos quién es quién, por el tamaño de los cuerpos, esas pruebas son innecesarias, ellos no se ponen en nuestro lugar, este dolor es grande».
En ese sentido, otros familiares piden que no se postergue más la agonía y, que además, se le brinde ayuda psicológica a Sindy Elizabeth Posas, mamá de Adrián y Joshua, ya que según trascendió ha querido quitarse la vida en reiteradas ocasiones.
Debido a ello, la progenitora de Sindy dijo que se mudarán del lugar, ya que para su hija es difícil continuar viviendo en la casa donde los pequeños perdieron la vida.
«(…) luego llevarme a mi hija de aquí porque ella está sufriendo mucho al ver el lugar
adonde murieron sus hijos”, dijo ella.
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Investigación
Cabe señalar que hasta el momento se desconoce qué generó el siniestro. Por tanto, el Cuerpo de Bomberos, a través de la Oficina Técnica de Prevención y Seguridad contra Incendios, investiga las causas.
«El informe establecerá si el incendio fue accidental u ocasionado, pero estamos a la espera”, dijo el jefe en la zona noroccidental Alberto Varela.
