La Policía del estado de Maryland, EE.UU., ha encontrado el lunes por la noche el cuerpo sin vida de Maeve Kennedy Townsend (40 años), nieta de Robert F. Kennedy, después de que desapareciera, junto a su hijo de ocho años, Gideon McKean, el pasado jueves en la bahía de Chesapeake, cerca de Washington.
La tragedia ha vuelto a golpear a la saga Kennedy. Las desgracias en la familia, que comenzaron con los atentados de John F. Kennedy mientras aún era presidente de Estados Unidos en 1963 y de Robert F. Kennedy en 1968, parecen no tener fin.
Ambos se adentraron con la canoa para buscar una pelota que se les había caído al agua mientras jugaban en el jardín de la casa familiar. Sin embargo, no consiguieron regresar de nuevo. Después de la incesante búsqueda de las autoridades, consiguieron encontrar a la nieta de Robert F. Kennedy sin vida. Por el momento, el menor no ha sido hallado.
La Policía reanudará la búsqueda este martes por la zona en la que encontraron a Maeve Kennedy Townsend, al sur de la residencia de su madre en Shady Side, Maryland.
Una nieta con un hijo extraordinario
Este pasado fin de semana, su familia ya los daba por fallecidos. «Maeve era vida. Siempre sabías cuando estaba a tu lado. Su sonrisa era fuerte, descarada y contagiosa. Hacía todo con plenitud y todo su corazón. Gideon como su madre, era un deportista que amaba el fútbol, el golf y correr. Cuidaba de sus padres de las maneras más extraordinarias. Le gustaban los acertijos, las matemáticas, el ajedrez y las aventuras», dijo en comunicado Kathleen Kennedy Townsend, hija de Robert F. Kennedy y madre de Maeve Kennedy Townsend.
La búsqueda de Maeve y Gideon comenzó el pasado jueves después de que los familiares y unos vecinos de la zona alertaran a la Policía. Ese mismo día solo encontraron la canoa volcada pero no a la madre y al hijo.
