Redacción. El experto en Derechos Humanos de la ONU, William O´Neill, concluyó su visita oficial a Haití con una alerta sobre una «agonía» y empeoramiento de la situación en la empobrecida nación caribeña, en especial por la violencia y el crimen.
El primer ministro haitiano, Garry Conille, cumplió 100 días de gestión con pocos avances en materia de seguridad. Sin embargo, el jueves anunció que se celebrarán elecciones generales en noviembre de 2025, una esperanza en un país que no ha tenido un gobierno elegido por voto popular desde el magnicidio de Jovenel Moïse en 2021.
William O´Neill advirtió el viernes 20 de septiembre que la situación en la nación caribeña, afectada por un conflicto entre pandillas y grupos criminales, ha empeorado en el último año, a pesar de la instauración de un gobierno de transición que reemplazó al impopular primer ministro Ariel Henry.
“Hoy, me entristece decirlo, todos los indicadores siguen siendo sumamente preocupantes. El primero y más preocupante de ellos es la inseguridad”, escribió el experto en Derechos Humanos en su reporte a la ONU.
Seguridad
O´Neill indicó a la comunidad internacional “que los esfuerzos para reconstruir la seguridad deben intensificarse, a medida que se desarrolla una misión de seguridad» liderada por unos 400 policías de Kenia y otros efectivos de Jamaica y Belice, desplegados en Haití.
«Las soluciones están ahí y ya existen, pero hay que redoblar los esfuerzos de inmediato», dijo el experto al concluir una visita a Haití. «Esta agonía persistente debe terminar. Es una carrera contra el tiempo», agregó.
La ONU busca sofocar la violencia de pandillas en la capital haitiana, Puerto Príncipe, y otros lugares, pero la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS), autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU en octubre de 2023, ha desplegado hasta ahora menos de una cuarta parte del contingente previsto.
Una escasez que se suma a la ineficacia de la Policía haitiana, que no tiene capacidad logística. Asimismo, no cuenta con las técnicas para luchar contra el crimen organizado.
“La situación es casi imposible”, afirma un policía de la comisaría de la ciudad de Jérémie, en el sur de Haití. El jefe de la Policía de Haití, Rameau Normil, lamenta que solo cuenta con 5.000 oficiales para un país de más de 11 millones de personas.
Espiral de violencia en Haití desde 2021
A pesar del embargo internacional a Haití, siguen entrando de contrabando armas y municiones al país, lo que permite a las bandas llevar a cabo ataques a gran escala y extender su control e influencia a nuevos territorios.
Según Naciones Unidas, entre abril y finales de junio, al menos 1.379 personas murieron o resultaron heridas en Haití. Además otras 428 fueron secuestradas. El equipo que ha recibido es inadecuado y sus recursos son insuficientes.
Mientras tanto, al menos 700.000 personas se han quedado sin hogar en los últimos años debido a que la violencia de pandillas persiste en la capital, Puerto Príncipe, y más allá; más de la mitad de ellos son niños, según O’Neill.
Poderosas pandillas, en su mayoría con armas traficadas desde Estados Unidos, se han apoderado de la mayor parte de la capital y se han expandido a áreas cercanas, provocando desplazamientos masivos, escasez de alimentos y medicamentos, riesgo de hambruna y violencia sexual generalizada.
El punto de quiebre en la espiral de la crisis humanitaria fue el magnicidio del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021, y el posterior gobierno encabezado por Ariel Henry, quien solicitó una misión de seguridad internacional para ayudar a la Policía en 2022.
Ahora, al cumplirse 100 días del gobierno de transición luego de la salida de Henry, el primer ministro designado, Gary Conille, cumplió con su promesa y convocó a elecciones generales en poco más de un año.
Primeras elecciones en una década
El Gobierno de transición de Haití creó esta semana un consejo electoral provisional, lo que marca el paso más concreto hacia la reactivación del proceso electoral en años, después de que la agitación política y la violencia posterior frustraron intentos previos .
En circunstancias normales, las elecciones se habrían celebrado cada cinco años. No obstante una situación política ya complicada en Haití se vio agravada por el vacío de poder causado por el asesinato del presidente Moïse.
«No tengo ninguna duda de que juntos seremos capaces de restablecer la seguridad. Ayudaremos a los desplazados a regresar a sus hogares. Reactivaremos nuestra economía. Haremos los cambios necesarios en nuestra Constitución. Y, por último, celebraremos elecciones el año que viene y habrá un nuevo gobierno el 7 de febrero de 2026», prometió Conille el jueves.
El consejo creado ya tiene representantes para siete escaños que representan a grupos religiosos, periodistas, agricultores y sindicatos, expresó la oficina del primer ministro.
Otros dos escaños, uno para organizaciones de derechos humanos y otro para organizaciones de derechos de las mujeres, aún carecen de un delegado.
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El consejo tendrá la tarea de establecer el marco legal para celebrar elecciones y luego planificarlas.
El consejo presidencial de transición de Haití, un órgano independiente que actúa como gobierno desde su instalación en abril, estableció el consejo electoral en una reunión. El mandato del consejo presidencial expira en febrero de 2026, fecha límite en la que deben celebrarse elecciones.
Fuente: France 24