GUATEMALA. El estado de salud de Sandra Torres, excandidata presidencial de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y detenida por financiamiento electoral ilícito y asociación ilícita, no amerita hospitalización, según diagnóstico del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
El lunes 2 de septiembre, cuando ocurrió el arresto, la defensa alegó que Torres sufre arritmia cardiaca, hipertensión arterial y neuralgia, males por los cuales toma cinco medicamentos, para lo cual necesitaba hospitalización.
De esa forma intentó evitar la prisión provisional, pero Claudette Domínguez, jueza de Mayor Riesgo A, la envió a Mariscal Zavala, donde permanece.
El Inacif informó que el estado de salud de ella no amerita hospitalización.
Además, sí diagnosticó depresión, para lo cual Domínguez ordenó que se practique un examen un psiquiatra.
Sandra Torres pasó la noche del lunes y al menos hasta el 6 de septiembre, en el Centro Preventivo de la zona 17. Este es más conocido como la cárcel VIP dentro de Mariscal Zavala.
Torres fue trasladada durante la tarde del lunes a Mariscal Zavala, que desde 2015 recibe a reos con perfil de “vulnerabilidad”; esto según la consideración de los jueces y fiscales. Sin embargo, la opinión pública opina que se trata de una cárcel exclusiva para políticos y casos de alto impacto.
La excandidata presidencial de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), fue imputada por financiamiento electoral ilícito y asociación ilícita.
Claudette Domínguez, jueza de Mayor Riesgo A y quien ordenó la captura de Torres, la envió a ese penal porque consideró que había peligro de fuga. También porque un memorial presentado por el abogado defensor Vinicio Salvatierra, donde Torres se ponía a disposición de la justicia, tenía una dirección de domicilio errónea.
La cárcel
A primera hora de este 2 de septiembre, en Mariscal Zavala había 29 mujeres, según Rudy Esquivel. Este es portavoz del Sistema Penitenciario. La capacidad de ese ambiente es de 21.
Esquivel precisó que las condiciones en las que Torres permanecerá recluida no son públicas, pero obedecen a protocolos de seguridad.
Prensa Libre, que ha estado en esas instalaciones, pudo observar que el área de mujeres se compone de una bodega donde cohabita la mayoría de las presidiarias y, aparte, hay dos cuartos pequeños, donde solo se permite que haya una mujer por cada uno. De ese sector se fugó Marixa Lemus, alias la Patrona, el 11 de mayo de 2017.
Antes de ingresar en el área de mujeres hay que pasar por el de hombres, que las separa entre 150 y 200 metros. Es un tramo de terracería que se enloda en estas fechas.
Para ingresar al penal hay que pasar cordones de seguridad del Ejército y del Sistema Penitenciario.
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Derecho a tres visitas por semana
Como una persona privada de libertad, Torres tendrá derecho a tres visitas por semana. También una encomienda e ilimitadas visitas de su abogado. Una nota de Prensa Libre de 2016 refiere que entre las encomiendas a las mujeres había almohadas, artículos decorativos, comida y gaseosas.
Podrá tener atención médica y a la comida que sirve el penal, podrá acceder a programas de rehabilitación.
También deberá cumplir con las normas, que apuntan a la buena conducta.
Mientras permanezca allí, Torres estará en un área donde existen reclusas que fungen como “relatoras de prevención”.
Llenos de funcionarios
Mariscal Zavala también es recinto de 269 hombres que cohabitan en otro sector. Ahí está Gustavo Alejos, antiguo operador de la UNE y exsecretario privado del expresidente Álvaro Colom (2008-2012); este fue implicado en el financiamiento electoral ilícito a la UNE, así como Torres, y otros casos de corrupción.
Colom, exesposo de Torres y procesado por el caso Transurbano, también estuvo recluido en Mariscal Zavala, en 2018.
La cárcel no ha estado exenta de polémica. Allí han sido remitidos personajes como Otto Pérez Molina e incluso se fugó un supuesto narcotraficante, Jeankarlo Sánchez Meneses, en marzo último.
