Antoine Griezmann le está tocando empezar a ‘bailar’ con la prensa como una estrella mundial más, al mismo nivel que los Cristiano Ronaldo, Messi, Neymar o Bale.
Pero el francés, para muchos uno de los principales candidatos a suceder al argentino y al portugués cuando éstos ya no den el nivel en el podio de los mejores futbolistas del planeta, se sigue viendo un peldaño por debajo de todos ellos aunque no debido a una falta de calidad. En sus últimas declaraciones en Eurosport sostiene que la clave está en las victorias.
«Para acercarme (A Messi y Cristiano) lo que me falta es ganar títulos. Trato de llevar a mi club y a mi selección lo más lejos posible. Mi objetivo es mejorar lo que hice el año pasado. Estoy en el camino correcto. Por primera vez en mi carrera he marcado seis goles en septiembre cuando antes eran uno o dos. Espero seguir así», explica.
Griezmann no quiere crear más polémicas cuando se le pregunta por los grandes, consciente de que en seguida le colocan en la agenda del Barça o el Real Madrid, además de en otros equipos.
No desea enfadar a la parroquia rojiblanca y en el citado medio puso al Atlético de Madrid al nivel de los otros dos grandes de la Liga: «Barça y Real Madrid son más mediáticos, se habla más. Pero lo que me interesa está el campo. Cada año competimos con ellos. El año pasado, en la jornada 36, llevábamos el mismo número de puntos que el Barça y llegamos a la final de la Champions. El nombre del club no me interesa», dice.
Sin embargo, no es ningún secreto que la popularidad de Griezmann ha subido de forma exponencial en las últimas temporadas, al ritmo que sus números de crack mundial, su caché, también su precio por supuesto, y por tanto sus apariciones en los medios. Y en casi todas hace referencia a los títulos, algo que no es que vaya a faltarle en el Atlético, sino a lo que podría tener acceso en menor medida. Y tanto él mismo como el entorno colchonero lo sabe. De ahí la creciente preocupación tras el estatus que, gracias a su calidad, se ha generado el francés.
Para terminar de calmar a todos, Griezmann se siguió deshaciendo en elogios hacia el Cholo, algo que hace cada vez que tiene una entrevista: «Simeone me transformó por completo. Estoy feliz de que mi entrenador piense eso (que ha sido el mejor del año). Cambió mi posición a un lugar más centrado, mejoré físicamente, jugar dentro del área se convirtió en un placer y sigo aprendiendo de él todos los días tanto técnicamente como tácticamente».
«El Balón de Oro es algo que votan los periodistas. No me voy a la cama pensando en el Balón de Oro. Sólo trato de hacerlo lo mejor posible y anotar tantos goles como sea posible», culmina. Y seguro que así es. Sin embargo, con la cabeza cada vez más ‘taladrada’ debido a sus constantes apariciones en los medios y su ambición por ser el mejor, ¿Cuánto tardará en ponerse nervioso si las cosas no le salen como espera vestido de rojiblanco?
