SAN PEDRO SULA. Honduras entera especialmente la caribeña ciudad de La Ceiba este lunes, al darle el último adiós al gran embajador de la música hondureña, Guillermo Anderson, quien el pasado sábado falleció a causa de un cáncer de tiroides.
Los restos del cantautor nacional fueron trasladados esta mañana desde la Funeraria San José hasta la iglesia San Isidro donde se desarrolló una misa en acción de gracias. A eso de las 8:20am el cuerpo sin vida del reconocido artista hondureño fue llevado al templo en una pequeña embarcación simulando un velero, rememorando lo que Guillermo y su papá hacían cuando era un muchacho. Las autoridades del Instituto San Isidro en el que estudió Anderson se han declarado en asueto por el duelo que les embarga debido al fallecimiento de uno de sus grandes frutos.
En homenaje alumnos de dicho colegio realizaron una valla en toda la trayectoria en un recorrido de aproximadamente seis cuadras. Autoridades y el pueblo ceibeño en general conmovidos se volcaron a las calles para despedir al trovador de la música ‘catracha’.
