TEGUCIGALPA, HONDURAS. Según un informe de la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP) los miembros de estructuras criminales se redujeron en un 80 %, pero en contraste, datos del Observatorio de Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) muestran lo opuesto.
El informe brindado por la FNAMP se midió con los datos que la Policía Nacional de Honduras manejaba en 2015, detallan.
Hace tres años, en el país operaban unos 25,000 mareros y pandilleros, según la Policía Nacional. Mientras que datos proporcionados por la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) señalan que eran 36,000.
Dicha cifra se ha reducido en más de 20,000 miembros, según la FNAMP. En consecuencia, indica que la actual membresía activa de estos grupos criminales es de 5,000 personas.
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Distribución de las maras y pandillas
El informe antes mencionado asegura que 2,800 antisociales operan en la costa norte y 2,200 en el centro oriente. Asimismo, detalla que la mayoría pertenecen a la Pandilla 18 y Mara Salvatrucha o MS-13.
A noviembre de 2018, la FNAMP reporta que, de los 5 mil miembros, 2 mil 650 son de la Pandilla 18; mil 900 de la MS-13 y 450 de otros grupos similares que operan en el país. Tales como banda «Los Chirizos», «Los Benjamines» y «El combo que no se deja» y otras.
Por otra parte, asegura que en Ocotepeque, Lempira, Intibucá, La Paz, Valle, Olancho, Islas de la Bahía y Gracias a Dios, no se reporta operatividad de maras y pandillas. De igual manera la FNAMP descarta participación de otros grupos criminales.
Sin embargo, en los otros 10 departamentos del país sí.
Además, el informe revela que las principales operaciones de las maras y pandillas siguen siendo la extorsión y el narcotráfico o narcomenudeo. Otros delitos conexos que cometen son el robo de vehículos, asociación ilícita, tráfico de armas, municiones, indumentaria policial y militar. Además, la trata de personas, homicidios, asesinatos y terrorismo.
Contraste con OV-UNAH
Según Migdonia Ayestas, directora del OV-UNAH, la incidencia de las maras y pandillas ha evolucionado.
La directora destacó que es importante establecer que cárteles del crimen organizado y pandillas constituyen los focos generadores de la violencia. En ese sentido, Ayestas lamentó que las asociaciones ilícitas han propagado su presencia de manera peligrosa; incluso en territorios donde no había la presencia de maras.
De acuerdo con los estudios del OV-UNAH, cinco ciudades muestran los mayores niveles de inseguridad. Estas son San Pedro Sula, el Distrito Central, Choloma, El Progreso y Comayagua.
Del mismo modo, estas cifras contrastan con las declaraciones de los transportistas que aseguran pagan extorsión a cuatros grupos diferentes. Del mismo modo, los constantes asesinatos a conductores de trasporte público.
Por otra parte, en diferentes ocasiones el sector Mipyme ha asegurado que debido a este cobro, las empresas se han visto obligadas a cerrar.
