Muere don Federico, un hondureño con 98 años de historia en Honduras

Fotografía de don Federico, acompañado de tres sobrinos en Copán.

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Federico Trigueros
Fotografía de don Federico, acompañado de tres sobrinos

SAN PEDRO SULA. Ayer martes en horas de la tarde, se conoció la irreparable pérdida de don Federico Trigueros, un anciano de 98 años de historia en el occidente del país.

Un equipo médico en el departamento de Copán, informó que don Federico, más conocido como «Don Lico», murió producto de su avanzada edad y no de alguna enfermedad específica.

Por lo tanto, familiares y conocidos del ancianito, lamentaron el fallecimiento de su ser querido en el occidente del país, sin embargo, llenaron sus palabras de dolor, por las de paz al ser conscientes de la cantidad de años que él estuvo junto a ellos. Es así como se cierra un capítulo de vida para esta familia en la Aldea El Corpus, jurisdicción de La Unión, Copán y quien fuera uno de los más longevos en su natal detapartamento.

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SÉPALO

El pasado 13 de octubre, Diario TIEMPO publicó en exclusiva el reportaje de don Federico, quien al momento de ser entrevistado, se mostró muy jovial y alegre como siempre.

¿Quién no lo recuerda? Muchos han hablado de él, caracterizándose por ser un anciano de rostro liso, quien normalmente pasaba sentado en una humilde silla con su bastón, su típico sombrero tapando las canas que han retoñado producto de sus largos 98 años, su pantalón de tela, lentes oscuros y un puro en su boca.

Trata a la gente como quieres que te traten a ti, profesando ese principio, durante toda su vida el anciano no pudo superar el siglo de vida; sin embargo, las relaciones humanas no son el único fundamento de una prolongada vida.

Dormir la siesta y comer todo lo que te dé la gana, esta fue la receta de longevidad dada por don Federico en la aldea antes mencionada.

Don Federico Trigueros deja un gran legado a su familia
Don Federico Trigueros deja un gran legado a su familia

Don Federico nació exactamente el 10 de abril de 1918 y vivió todos los giros que dio la historia en su natal pueblo. El querido anciano presenció de una u otra manera la muerte de muchos amigos y familiares, pues a pesar de todas las peripecias de la vida, nunca perdió su energía y vitalidad.

Don Federico, fue siempre muy jovial

Una de las cualidades del Corpus es brindar una atención especial a las personas de la tercera edad, donde faltar el respeto a la gente mayor es un acto vergonzoso, los jóvenes suelen pedirles consejo a los mayores, no saber los nombres de los parientes de las últimas siete generaciones es una deshonra y una falta de aprecio a los antepasados.

El pueblo está situado en un lugar envidiable: mientras en las aldeas vecinas llueve, allí puede hacer un día soleado, pero no son sólo las condiciones climáticas las que hacen vivir a la gente más años, allí más que en otros sitios, las cálidas relaciones humanas se convierten en el mejor terreno para que siga siendo una aldea de longevos.

Una vida llena de anécdotas

“Mi última hija me tiene aquí el cuartito para dormir, me rasura, me baña, viste y todo lo demás, Dos me la ha de bendecir”, dijo don Federico en esa ocasión sobre Irma de 34 años e hija de doña Blanca Guerra.

Pese a sus 98 años, don “Lico” no ha perdido la vista en su totalidad, pero sí la audición; pues hay que hablarle fuerte para que escuche. Actualmente vive con su menor hija y una nietas, pues tuvo en total 11 hijos, pero los demás poco lo visitan y están en El Paraíso y Morazán, testificó el adulto mayor.

“Mima es como mi madre, es una hija natural y no legítima, me está pagando ya la crianza que le dí y por eso soy feliz. Si Dios quiere que muera ahora… está bien, pero si no… bendito sea él, porque casi nunca paso enfermo, pues hay felicidad en mi vida, en parte porque no tengo enemigos y se cuando fallezca muchos asistirán a mi velatorio y entierro”, puntualizó el abuelo.