Tegucigalpa, Honduras. Familiares de la esposa de un militar que fue hallada muerta en el interior de su vivienda el pasado domingo, 19 de marzo, señalaron que el Ministerio Público y las autoridades forenses están «jugando con el dolor» de su caso.
«Lo que sentimos es que están jugando con nosotros y se están agarrando del caso para meter presión», expresó Angie Hernández, hermana de la víctima.
Hernández detalló, además, que desde que se dio la muerte de su pariente Ana Lizeth Hernández, solicitaron que se le realizara una autopsia al cadáver, dado que los hechos del deceso no estaban claros.
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Al no obtener respuestas, amenazaron con realizar una manifestación. Según Hernández, luego de anunciar esta medida, las autoridades se comunicaron con ellos para avisarles que sí le realizarían la autopsia. Sin embargo, refirió que la disposición cambió de un momento a otro.
«Nos dijeron que iban a hacer la autopsia en el Hospital Escuela, pero en el transcurso de la noche nos llaman y nos dicen de que no se le puede hacer porque en el levantamiento del cuerpo de mi hermana fue por medio de una fiscal y que el procedimiento no había sido legal», relató.
Exigen autopsia
Pese al paro de labores de los empleados del Ministerio Público, Hernández, manifestó que esperan se realice la autopsia la fallecida «sin mezclar intereses políticos». «Pedimos ayuda porque nosotros entendemos que la autopsia se puede hacer ya sea en el Hospital Escuela o en el Hospital María ya que ellos siguen en huelga.
A su vez, mencionó que no retirarán el cuerpo hasta que se realice el estudio. «Nosotros estamos exigiendo la autopsia. No vamos a retirar el cuerpo si no le hacen autopsia», puntualizó.
Antecedentes
De acuerdo al informe policial, Ana Lizeth Hernández, murió por una herida de arma de fuego. Pero hasta el momento, su fallecimiento está clasificado como indeterminado.
Sin embargo, sus familiares exigen a las autoridades investigar la muerte debido a que no creen que se haya tratado de un suicidio.
Por otra parte, el esposo de la fallecida, un oficial activo de las Fuerzas Armadas, fue detenido por motivos de investigación. El individuo tenía de manera ilegal 11 cargadores de fusiles, 1 cargador de pistola, 75 proyectiles de fusil, 160 casquillos de bala, 6 granadas, 243 casquillos y 45 municiones en su vivienda.