TEGUCIGALPA, HONDURAS. De acuerdo con el último informe del Instituto de Investigación y Evaluación Educativa de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), los estudiantes de centros educativos en Honduras son blancos del reclutamiento de parte de estructuras criminales, es decir maras y pandillas.
Según este estudio, 1 de cada 10 estudiantes (que son en su mayoría adolescentes y menores de edad), se ven en la obligación de realizar acciones que ellos no quieren y en contra de su voluntad.
Entre las actividades que estos muchachos se ven obligados a hacer, de acuerdo con el informe, está la venta de drogas y la extorsión. Ambos delitos son un flagelo que aqueja a Honduras desde hace varios años.
Ante esta situación y que pone vulnerable a la niñez, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) contabiliza hasta la fecha 132 denuncias de reclutamiento forzado de estudiantes, y esto de parte de maras y pandillas.
«Las estructuras criminales ahora también están perpetuándose en las escuelas, colegios para captar a niños, niñas y adolescentes», detalló Elsy Reyes de Movilidad Humana del CONADEH a TN5.
De la misma manera, el ente indicó que a los estudiantes los usan como informantes y para transportar droga. En algunos casos, los incluyen en el cobro de extorsión y en el sicariato.
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Zonas urbanas, las más afectadas
Asimismo, los departamentos que se ven afectados con esta situación y desde donde los menores se ven obligados a desplazarse, para huir de estas acciones son:
- Francisco Morazán con 48 %
- Atlántida con 22 %
- Cortés con 17 %
- Choluteca con 11%
- Olancho 2 %
De acuerdo con expertos, entre las situaciones que ponen vulnerables a los niños y que puede conllevar a que los recluten las maras y pandillas, están la pobreza y desintegración familiar.
También, estadísticas de la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (DIPAMPCO) señalan que en lo que va del 2024, han capturado a más de 60 menores de edad vinculados con maras y pandillas.
«Lo que andan buscando es persuadir a estos menores y en un segundo escenario y que es lamentable, es que los menores terminan siendo coaccionados y reclutados a la fuerza para tratar de integrarse a actividades delictivas de maras y pandillas», explicó Mario Fu, portavoz de la DIPAMPCO.
Además, entre otros blancos de reclutamiento de estas estructuras criminales están las mujeres jóvenes y personas desempleadas.
