Redacción. En plena Semana Santa, el sector transporte en Honduras continúa enfrentando una intensificación en las demandas de extorsión por parte de estructuras criminales.
Según denuncias de dirigentes del gremio, los extorsionadores exigieron pagos dobles por adelantado, argumentando que necesitaban fondos para sus propias vacaciones.
Wilmer Cálix, representante de los transportistas, reveló que, en ciudades como San Pedro Sula y Tegucigalpa, varias rutas suspendieron operaciones debido a las amenazas y a la imposibilidad de cumplir con las exigencias económicas de los grupos delictivos.
«Estas estructuras criminales quieren que (también) la Semana Morazánica la paguemos el doble, porque ellos también se van de vacaciones», afirmó Cálix.
La situación se agrava en temporadas festivas, como Navidad y Semana Santa, cuando los extorsionadores solicitan pagos adicionales bajo conceptos como «aguinaldo» o «para el tamal».
Jorge Lanza, otro dirigente del transporte, lamentó que el sector continúe «de rodillas», luchando contra la extorsión mientras intenta mantener sus operaciones. «Vivimos sin paz, entregando dinero a personas que se han acostumbrado a vivir del dinero ajeno», expresó.
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Extorsión sin parar
En lo que va de 2025, los transportistas han pagado entre 40 y 50 millones de lempiras en concepto de extorsión a nivel nacional. También se han registrado al menos 12 muertes violentas relacionadas con este flagelo, incluyendo pasajeros, cobradores y conductores.
Entre 2010 y septiembre de 2024 se contabilizaron unas 2,300 muertes violentas de personas vinculadas al sector del transporte en Honduras, según el Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh).
A pesar de la implementación de medidas como el estado de excepción desde 2022, los transportistas consideran que las acciones de las autoridades hondureñas siguen siendo insuficientes.
«Prácticamente, las autoridades han dejado crecer el mal de una manera desmedida que ya no hay forma de pararlo», denunció Lanza.
El sector transporte, vital para la movilidad y la economía del país, continúa siendo víctima de la extorsión, enfrentando amenazas constantes que ponen en riesgo la vida de miles de trabajadores y usuarios.
Los dirigentes hicieron un llamado urgente a las autoridades para implementar estrategias efectivas que combatan este flagelo y garanticen la seguridad de la población.