Tegucigalpa, Honduras. Desde el martes entró en vigencia el denominado «borrón y cuenta nueva» para los clientes de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) que tienen deudas pendientes; sin embargo, este cuenta con condiciones.
La condición es que el cliente acepte acogerse en el futuro a un sistema de prepago; es decir, que pague por adelantado la energía que va a consumir en el mes. Para ello deberá aceptar la implementación de un «contador inteligente», según informó el gerente general de la EEH, Germán García.
La población hondureña no tendrá que pagar ni un lempira por los nuevos contadores.
Este beneficio es para los clientes con consumos inferiores a los 750 kilovatios hora al mes. Que tengan deuda pendiente hasta el 31 de julio de este año.
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Sistema prepago
Según García, el sistema prepago es un esquema de comercialización diferente. En este esquema de comercialización de pago funciona igual que los celulares «y eso todos lo conocemos muy bien» dijo Gracía. «Necesitamos kilovatios para planchar, para iluminar la casa durante 45 días; cada uno puede ir a la esquina, a la pulpería, llamar por teléfono y comprar los kilovatios de energía para su consumo» explicó.
«Eso significa que se le debe instalar un nuevo esquema de cobro con el cual pueda acceder a este esquema de comercialización diferente» afirmó.
Sin embargo, aseguró que todavía falta que la Comisión Reguladora reglamente o regule el servicio prepago de la energía eléctrica. Por otro lado, afirma que el costo de comercialización de la misma debe ser menor que la energía pospago.
Protección al consumidor
A criterio del defensor de los consumidores, Darwin Ponce, es incongruente que una empresa que está comisionada para reducir pérdidas esté pensando en más comercialización. Asimismo, informó que los contadores inteligentes miden la energía consumida y suman la energía sucia.
«Para nosotros como asociación genera preocupación. Me cuesta entender, al menos que lo haga como el filósofo decía: piensa mal y acertarás. Que el Gobierno esté dispuesto a perder tres billones de lempiras en medio de una crisis financiera» argumentó Ponce.
«Me resisto a creer que este sacrificio va a traer beneficios reales a una empresa que está en serios problemas» concluyó el defensor.
