Redacción. La mañana del domingo 27 de julio de 2025, un hombre fue encontrado sin vida y semidesnudo a orillas de la carretera que conecta Las Tapias con Ciudad Mateo, en Tegucigalpa.
Testigos en la escena estiman que la víctima tenía entre 25 y 35 años. Los residentes locales no lograron identificarlo, lo que sugiere que podría ser de otra zona de la capital.
El hallazgo fue realizado por un pastor evangélico que transitaba por el lugar y alertó a las autoridades. El cuerpo presentaba múltiples heridas de bala y signos de tortura previos al homicidio. Los responsables habrían cubierto el cadáver con ramas de árboles, presumiblemente para ocultarlo mientras huían.

Sin pistas del crimen
La Policía Nacional y los equipos de investigación criminal llegaron al sitio para recopilar evidencias, documentar la escena y tomar declaraciones de posibles testigos. Los especialistas de Medicina Forense del Ministerio Público también llegaron para levantar el cuerpo y trasladarlo a la morgue capitalina.
Los forenses esperan identificar a la víctima mediante huellas dactilares u otros métodos científicos en las próximas horas. Además, realizarán la autopsia para determinar las causas y circunstancias de la muerte.
Este hecho violento se suma a la creciente ola de inseguridad y criminalidad que afecta a Honduras. La población exige una respuesta firme de las autoridades para que estos crímenes no queden impunes.

La violencia en Honduras sigue siendo uno de los principales desafíos sociales y de seguridad del país. A diario se reportan homicidios, asaltos y hechos vinculados al crimen organizado, afectando tanto a zonas urbanas como rurales.
Aunque las autoridades han implementado operativos y planes de intervención, muchos ciudadanos siguen exigiendo acciones más contundentes y sostenidas para frenar la ola de violencia que cobra vidas casi a diario.