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lunes, enero 20, 2025

Empresa agropecuaria, encargada de la fabricación de brazos para cámaras de seguridad del 911

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Redacción. De acuerdo con una investigación, la industria agropecuaria Superagro, conocida por su venta de insumos agrícolas, veterinarios y químicos, fue designada para fabricar los brazos metálicos que sostendrán las cámaras de seguridad del Sistema Nacional de Emergencia (SNE-911) en Honduras.

La investigación realizada por un periódico de circulación nacional confirmó que este contrato entre el SNE-911 y Superagro forma parte de un proyecto más amplio que incluye la instalación de 5,000 cámaras en 100 municipios del país.

Camraras de seguirdad
Superagro estuvo a cargo de fabricar 2,100 brazos metálicos.

Incluso, el periódico de circulación obtuvo detalles sobre la adjudicación a través de la licitación pública nacional SEP-SNE911-LPN-002-2024.

El acuerdo, firmado el 22 de octubre de 2024 por Miroslava Cerpas, presidenta de la Comisión Interventora del SNE-911, asignó a Superagro la fabricación de 2,100 brazos metálicos por un monto total de 4.1 millones de lempiras.

Asimismo, en el contrato establece que los brazos deben cumplir con rigurosas especificaciones técnicas, como soldadura de alta precisión y pintura anticorrosiva. Sin embargo, Superagro, cuyo registro comercial se enfoca en productos agrícolas y veterinarios, no cuenta con experiencia registrada en la fabricación de estructuras metálicas, según reportes.

Entrega de los brazos, según la investigación:
  • El proveedor entregó 400 brazos metálicos rectos tipo L de 2.5 metros, con tubo cuadrado de 3×3 pulgadas, calibre 16 y dos manos de pintura anticorrosiva gris. Cada brazo costó 2,100 lempiras, sumando 840,000 lempiras más el 15% de ISV, lo que da un total de 966,000 lempiras.
  • El segundo lote consistió en 900 brazos metálicos rectos tipo L de 3 metros, con características similares, pero con un costo de 2,300 lempiras cada uno, totalizando 2,070,000 lempiras más el ISV, alcanzando 2,380,500 lempiras.
La empresa encargada de la fabricación de estos brazos está ubicada en la colonia Hato de Enmedio de Tegucigalpa.
  • Finalmente, el tercer lote incluyó 800 brazos curvos metálicos tipo cuello de ganso, con tubo estructural redondo de 2 pulgadas de diámetro, calibre 16.

Este hecho ha generado cuestionamientos sobre la transparencia y la idoneidad del proceso de adjudicación.

Un proceso polémico

César Rodríguez, encargado del proyecto y médico subcontratado por Superagro, confirmó que la empresa recurrió a sus servicios para cumplir con el contrato. Rodríguez explicó que las licitaciones públicas permiten la participación de cualquier empresa legalmente constituida en Honduras, sin exigir experiencia específica en el área contratada.

“Superagro presentó toda la documentación requerida, ganó legalmente y yo fui contratado para realizar la fabricación de los brazos metálicos. Ya cumplimos con la entrega en su totalidad”, aseguró Rodríguez.

Imagen de cortesía sobre la licitación.

Sin embargo, el contrato estipula que la subcontratación no está permitida, y cualquier violación podría resultar en la rescisión del acuerdo y la ejecución de la garantía de cumplimiento. Rodríguez defendió la calidad del trabajo, asegurando que los materiales fabricados cumplen con las especificaciones técnicas establecidas.

Preocupación por el alcance de las licitaciones

Este caso ha puesto de manifiesto una práctica común en Honduras: la flexibilidad de las licitaciones públicas y los estatutos empresariales. Según Marvin Melgar, experto en procesos de licitación, muchas empresas en el país amplían sus actas constitutivas para abarcar varios rubros, lo que les permite participar en proyectos para los que no están especializadas.

Mientras que en el portal Honducompras, Superagro aparece como proveedor del Estado para productos agrícolas y agroforestales. No obstante, no está registrada como fabricante de estructuras metálicas.

Esto ha generado dudas sobre si las instituciones gubernamentales realizan una evaluación adecuada de la experiencia y capacidades de los contratistas antes de adjudicarles proyectos.

Ante estas acciones, el caso de Superagro no solo ha centrado la atención en los procesos de contratación pública, sino que también ha desatado un debate sobre la necesidad de mejorar la supervisión y regulación de las licitaciones en el país. El fin es garantizar mayor transparencia y eficiencia en la ejecución de los proyectos.

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